La historia de un reloj de sol
NOÉ, EL ARCA Y UN RELOJ DE SOL
Ayer, una amiga, ex compañera de trabajo, invitó al Náufrago a visitar su casa. Una casa con todo el encanto, todo el gusto y todos los detalles del mundo. Cada rincón reclamaba una mirada del visitante, admirado ante tanta huella de buen gusto. Adosado a la chimenea vio un reloj de sol en el que se veía a Noé, que siguiendo las órdenes de Jehová, había construido su Arca: “entrarás en el arca tú, y tus hijos y tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo. Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán.”
- Tenía Noé seiscientos años, según la Biblia. No hay que olvidar que era nieto de Matusalén que alcanzó la no desdeñable cifra de novecientos sesenta y nueve años. Noé hizo su embarcación siguiendo las órdenes de Jehová para que aguantara los cuarenta días y cuarenta noches que duraría el diluvio: “Hazte un arca de madera de Gopher: harás aposentos en el arca y la embetunarás con brea por dentro y por fuera. De esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura. Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba: y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero”
Así lo hizo Noé y aguantó el chaparrón como pudo. Lo que no dice la Biblia es que Noé inventó el primer reloj solar de mundo. Colocó una barrita encima de la ventana para así medir las horas, las noches y los días que Jehová necesitaba para aplacar su ira contra los hombres: “Y vio Jehová que la malicia de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y arrepintióse Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y pesóle en su corazón.”
Sólo con Noé estableció una alianza “varón justo, perfecto fue en sus generaciones”. En el arca permaneció los días que duró el Diluvio, “Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, de todo lo que había en la tierra, murió.” Ciento cincuenta días prevalecieron las aguas sobre la tierra hasta que “Dios hizo pasar un viento sobre la tierra, y disminuyeron las aguas. Y se cerraron las fuentes del abismo, y las cataratas de los cielos; y la lluvia de los cielos fue detenida. Y tornáronse las aguas de sobre la tierra, yendo y volviendo: y decrecieron las aguas al cabo de ciento y cincuenta días. Y reposó el arca en el mes séptimo, a diecisiete días del mes, sobre los montes de Armenia.”
Abrió Noé la ventana del Arca y envió a un cuervo: “ y estuvo yendo y tornando hasta que las aguas se secaron de sobre la tierra. Envió también de sí a la paloma, para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra. no halló la paloma donde sentar la planta de su pie, y volvióse al arca, porque las aguas estaban aún sobre la faz de toda la tierra: entonces él extendió su mano y cogiéndola, hízola entrar consigo en el arca.”
Esperó otros siete días: “y la paloma volvió a él a la hora de la tarde: y he aquí que traía una hoja de oliva tomada en su pico: y entendió Noé que las aguas se habían retirado de sobre la tierra.” Edificó Noé un altar “tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar.”
“Y percibió Jehová olor de suavidad; y dijo Jehová en su corazón: No tornaré más á maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud: ni volveré más á destruir todo viviente, como he hecho.
Todavía serán todos los tiempos de la tierra; la sementera y la siega, y el frío y calor, verano é invierno, y día y noche, no cesarán.”
Estableció Dios un pacto con Noé y lo rubricó con una señal: “Mi arco pondré en las nubes, el cual será por señal de convenio entre mí y la tierra.”
...Y el Náufrago gozó por unos momentos de la trágica lírica de la Biblia. Con un Dios enfadado contra su propia obra, un Dios vengativo y al mismo tiempo arrepentido.
Nota: Las citas corresponden al libro del Génesis, capítulos, 6, 7 y 8
Ayer, una amiga, ex compañera de trabajo, invitó al Náufrago a visitar su casa. Una casa con todo el encanto, todo el gusto y todos los detalles del mundo. Cada rincón reclamaba una mirada del visitante, admirado ante tanta huella de buen gusto. Adosado a la chimenea vio un reloj de sol en el que se veía a Noé, que siguiendo las órdenes de Jehová, había construido su Arca: “entrarás en el arca tú, y tus hijos y tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo. Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán.”
- Tenía Noé seiscientos años, según la Biblia. No hay que olvidar que era nieto de Matusalén que alcanzó la no desdeñable cifra de novecientos sesenta y nueve años. Noé hizo su embarcación siguiendo las órdenes de Jehová para que aguantara los cuarenta días y cuarenta noches que duraría el diluvio: “Hazte un arca de madera de Gopher: harás aposentos en el arca y la embetunarás con brea por dentro y por fuera. De esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura. Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba: y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero”
Así lo hizo Noé y aguantó el chaparrón como pudo. Lo que no dice la Biblia es que Noé inventó el primer reloj solar de mundo. Colocó una barrita encima de la ventana para así medir las horas, las noches y los días que Jehová necesitaba para aplacar su ira contra los hombres: “Y vio Jehová que la malicia de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y arrepintióse Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y pesóle en su corazón.”
Sólo con Noé estableció una alianza “varón justo, perfecto fue en sus generaciones”. En el arca permaneció los días que duró el Diluvio, “Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, de todo lo que había en la tierra, murió.” Ciento cincuenta días prevalecieron las aguas sobre la tierra hasta que “Dios hizo pasar un viento sobre la tierra, y disminuyeron las aguas. Y se cerraron las fuentes del abismo, y las cataratas de los cielos; y la lluvia de los cielos fue detenida. Y tornáronse las aguas de sobre la tierra, yendo y volviendo: y decrecieron las aguas al cabo de ciento y cincuenta días. Y reposó el arca en el mes séptimo, a diecisiete días del mes, sobre los montes de Armenia.”
Abrió Noé la ventana del Arca y envió a un cuervo: “ y estuvo yendo y tornando hasta que las aguas se secaron de sobre la tierra. Envió también de sí a la paloma, para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra. no halló la paloma donde sentar la planta de su pie, y volvióse al arca, porque las aguas estaban aún sobre la faz de toda la tierra: entonces él extendió su mano y cogiéndola, hízola entrar consigo en el arca.”
Esperó otros siete días: “y la paloma volvió a él a la hora de la tarde: y he aquí que traía una hoja de oliva tomada en su pico: y entendió Noé que las aguas se habían retirado de sobre la tierra.” Edificó Noé un altar “tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar.”
“Y percibió Jehová olor de suavidad; y dijo Jehová en su corazón: No tornaré más á maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud: ni volveré más á destruir todo viviente, como he hecho.
Todavía serán todos los tiempos de la tierra; la sementera y la siega, y el frío y calor, verano é invierno, y día y noche, no cesarán.”
Estableció Dios un pacto con Noé y lo rubricó con una señal: “Mi arco pondré en las nubes, el cual será por señal de convenio entre mí y la tierra.”
...Y el Náufrago gozó por unos momentos de la trágica lírica de la Biblia. Con un Dios enfadado contra su propia obra, un Dios vengativo y al mismo tiempo arrepentido.
Nota: Las citas corresponden al libro del Génesis, capítulos, 6, 7 y 8
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