13’99 €uros
MÍRAME A LOS OJOS... HE DICHO A LOS OJOS.
Estos ‘axiomas’ pertenecen a Frédéric Beigbeder, autor de un libro “L’amour dure trois ans’ y también de este otro “13’99 €uros”, que he comenzado a leeer. Cuando se publicó en Francia por primera vez, se titulaba “99 Francs” y en ulteriores ediciones apareció bajo el título “14’99 Euros”. Todos estos títulos, oportunistas, se corresponden con el asunto del que trata la ‘novela’ (¿es una novela?) : el mundo de la Publicidad. Su autor trabajó durante bastantes años como creativo publicitario, hasta que ‘forzó’ su despido de la compañía Young & Rubicam para la que trabajaba, publicando este libro.
No he hecho más que empezar a leerlo, pero por su tono provocador, agresivo, a veces deliberadamente vulgar, debelador del mundo del marketing, la publicidad y la voracidad de las grandes empresas, no parece tener demasiado interés ‘literario’. En una primera impresión, algo precipitada lo confieso, no deja de ser un opúsculo, casi un panfleto, sobre ese poder que controla el mundo, nuestras vidas, ésos que nos ‘crean’ las necesidades que luego les compramos.
En ese sentido puede ser interesante que alguien, desde dentro, trate de desmontar ese tinglado que algunos intuyen aunque luego en la práctica se rindan – nos rindamos- a él, con armas y bagajes. Habrá otros miles de millones que ni siquiera se den cuenta de la manipulación. Este libro con pretensiones literarias, no deja de ser más que una excrescencia de esos métodos. El título, el tono, su venta, no es más que otro ‘producto’ nacido del mismo mundo que critica. A veces con cierta gracia, otras recurriendo a tópicos, y a veces con una fingida rebelión contra un mundo que enajena, desprecia al público al que vende, compra vidas a buen precio.
Quizá lo más aprovechable del panfleto sean algunas frases más o menos ocurrentes, que suenan a ‘eslóganes’ publicitarios, la invitación a reflexionar sobre nuestra ilusión de creernos seres libres y el conocimiento de los mecanismos que manejan los hilos del guiñol en que creemos movernos.
He aquí algunas muestras:
También hay ‘eslóganes’ de otro tipo, como su publicidad del famoso “Wonderbra”: Cuando la modelo decía aquello de:“Mírame a los ojos. He dicho a los ojos”
El amor dura tres años:
El primero, es el año de la pasión
-“ Si me dejas, me mato” –
Luego viene un año de ternura
-“ Si me abandonas, sufriré, pero saldré adelante" -
Por fin llega el año del aburrimiento
- “ Si me dejas, brindaré con champán" -
El primero, es el año de la pasión
-“ Si me dejas, me mato” –
Luego viene un año de ternura
-“ Si me abandonas, sufriré, pero saldré adelante" -
Por fin llega el año del aburrimiento
- “ Si me dejas, brindaré con champán" -
Estos ‘axiomas’ pertenecen a Frédéric Beigbeder, autor de un libro “L’amour dure trois ans’ y también de este otro “13’99 €uros”, que he comenzado a leeer. Cuando se publicó en Francia por primera vez, se titulaba “99 Francs” y en ulteriores ediciones apareció bajo el título “14’99 Euros”. Todos estos títulos, oportunistas, se corresponden con el asunto del que trata la ‘novela’ (¿es una novela?) : el mundo de la Publicidad. Su autor trabajó durante bastantes años como creativo publicitario, hasta que ‘forzó’ su despido de la compañía Young & Rubicam para la que trabajaba, publicando este libro.
No he hecho más que empezar a leerlo, pero por su tono provocador, agresivo, a veces deliberadamente vulgar, debelador del mundo del marketing, la publicidad y la voracidad de las grandes empresas, no parece tener demasiado interés ‘literario’. En una primera impresión, algo precipitada lo confieso, no deja de ser un opúsculo, casi un panfleto, sobre ese poder que controla el mundo, nuestras vidas, ésos que nos ‘crean’ las necesidades que luego les compramos.
En ese sentido puede ser interesante que alguien, desde dentro, trate de desmontar ese tinglado que algunos intuyen aunque luego en la práctica se rindan – nos rindamos- a él, con armas y bagajes. Habrá otros miles de millones que ni siquiera se den cuenta de la manipulación. Este libro con pretensiones literarias, no deja de ser más que una excrescencia de esos métodos. El título, el tono, su venta, no es más que otro ‘producto’ nacido del mismo mundo que critica. A veces con cierta gracia, otras recurriendo a tópicos, y a veces con una fingida rebelión contra un mundo que enajena, desprecia al público al que vende, compra vidas a buen precio.
Quizá lo más aprovechable del panfleto sean algunas frases más o menos ocurrentes, que suenan a ‘eslóganes’ publicitarios, la invitación a reflexionar sobre nuestra ilusión de creernos seres libres y el conocimiento de los mecanismos que manejan los hilos del guiñol en que creemos movernos.
He aquí algunas muestras:
- “ En mi profesión nadie desea vuestra felicidad, porque la gente feliz no ‘consume’”.
- “ ¿Conocen la diferencia entre los ricos y los pobres? Los pobres venden droga para comprarse unas Nike, los ricos venden las Nike, para comprarse droga.
- -“ Los mensajes de la publicidad no dejan de tener influencia sobre los cerebros ‘subnormales’ de menores de 50 años”
- -O la frase de uno de los ejecutivos: “ No tome a la gente por tonta. Lo es”
También hay ‘eslóganes’ de otro tipo, como su publicidad del famoso “Wonderbra”: Cuando la modelo decía aquello de:“Mírame a los ojos. He dicho a los ojos”
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