¿No creéis que ya ha llegado la hora?

Ya he dicho aquí más veces que hay un grupo de mujeres que viven en el País Vasco, a las que admiro por su valentía y su coraje. Una de ellas es Rosa Díez. Las envidio porque tienen un coraje que yo no tengo, por eso me apoyo en ellas y las apoyo desde un sitio mucho menos peligroso que el que ellas ocupan. Es lo menos que puedo hacer , lo poco que sé hacer. En este país de tanto silencioso, de tanto ‘tragatodo’, de tantos que miran para otro lado, la voz de esta mujer ya no habla, lanza un grito casi desesperado.

Un auténtico vocinazo para despertar a tanto complaciente en su cómodo letargo

¿NO CREÉIS QUE YA HA LLEGADO LA HORA?

Lo dirige en primer lugar: “a mis compañeros y compañeras del Partido Socialista: a todos los cargos públicos, dirigentes provinciales o regionales, miembros del Congreso o del Senado, alcaldes, barones o ex barones que dicen estar esperando la hora. Me dirijo también a aquéllos de los que se dice están esperando su hora.” Pero creo que se lo dirige a todos los que estamos sencillamente ‘esperando’ a que las cosas se resuelvan por sí solas.

Ese ‘recado’ inicial lo va desarrollando pormenorizadamente a lo largo de su GRITO:

  • “a los que en privado dicen que no pueden aguantar más esta situación...”

  • “a todos aquéllos que me llaman o me escriben para darme ánimos...”

  • “a los que me dicen que ellos no se atreven a hablar, que temen el vacío interno...”

  • “a todos aquéllos que, con muchas dudas, le dieron una oportunidad al Gobierno...”

  • “a todos aquéllos que, una vez fracasada esa opción, dicen por activa y por pasiva -siempre en privado o en semipúblico- que hay que desandar el camino...”

  • “a todos aquellos militantes socialistas que se sintieron humillados cuando la Fiscalía retiró la acusación contra Otegi...”

  • “a todos aquellos militantes y dirigentes socialistas que siempre se sintieron orgullosos de lo que supuso la Transición ...”

  • “a todos los militantes y dirigentes socialistas que observan con preocupación y estupor toda esta ceremonia de confusión alrededor de las candidaturas de ETA...”

  • “a los socialistas que preferirían engañarse, que preferirían pensar que es verdad que el Gobierno va a hacer cumplir la ley...

Más adelante, con la misma energía, con la misma claridad, con la misma ‘desesperanza’ (?) pregunta, suplica:

  • “ (no creéis) que ya ha llegado la hora de hablar. ¿A qué esperáis?

  • “A todos os digo que lo vais a tener muy complicado para mirar para otra parte...”

  • “A todos os digo que vamos a hacer lo posible para que no podáis lavar vuestra conciencia...”

  • “¿Vais a seguir callando si esto ocurre? ¿No vais a hablar para evitar que ocurra? ¿Vais a esperar a que haya un nuevo atentado, a que declare en la Audiencia Nacional el criminal, a que explique cómo seguía a su victima desde el cómodo cargo de concejal? ¿Podréis seguir durmiendo bien por las noches: Yo creo que ya ha llegado la hora e hablar. Os pido que lo hagáis antes e que sea demasiado tarde.

Rosa DÍEZ GONZÁLEZ
(Diario “El Mundo”, 26 de abril de 2007)

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