Ruedo ibérico
ES LA HORAEsto es un extracto del artículo que Rosa Díez escribe hoy en el periódico El Mundo. En opinión del Náufrago, es una disección bastante acertada y diáfana de cuál es la verdadera situación de la España de hoy. Nuestro problema es aún más grave que el de Grecia, no sólo se trata del descalabro económico. A nuestra situación económica se añade uno más, estructural, la múltiple concepción de lo que es o lo que debería ser el Estado español. De su completo y claro diagnóstico nacional, el Náufrago ha extraído algunas de sus reflexiones:
- ¿Cuándo saldrá a la calle la tercera España? /ROSA DÍEZ
- “Nuestro país está política e institucionalmente enfermo; gravemente enfermo. Tanto que ya no hay analgésico capaz de quitarle el dolor.”
- “Mientras que cada día escuchamos abundantes reflexiones sobre la urgencia de impulsar profundas reformas de nuestro modelo productivo y laboral, son aún tímidas las voces que señalan el diagnóstico sin enredarse en los síntomas. No es por ignorancia; los poderes políticos, mediáticos y económicos del país saben que se está combatiendo el cáncer con analgésicos; pero siguen discutiendo sobre las dosis e incluso la oportunidad de pasar a la morfina porque son incapaces de liderar el cambio de modelo institucional.”
- “Ha llegado la hora de que nos atrevamos a decir que la situación en la que se encuentra nuestro país no se arregla sólo con medidas económicas: no hay solución a la crisis económica y de modelo productivo si no abordamos la reforma del modelo de Estado.”
- “El actual modelo económico y político de España es insostenible. En lo económico sólo puede durar mientras sea posible seguir endeudándose. En lo político está a punto de convertirse en inviable.”
- “Nosotros no queremos un Estado de Derecho uniforme ni mucho menos uniformado, pero si unitario y descentralizado. El fetichismo de la diferencia a ultranza nos parece una solemne majadería política de la que viven unos cuantos iluminados y numerosos mangantes de la política local.”
- “Defender los principios constitucionales es también combatir la mentira y el intento de descalificación de nuestra historia y de las instituciones democráticas. Asistimos en las últimas semanas a un recrudecido y peligroso empeño de reescribir y falsificar lo mejor de nuestra historia más reciente y en el que parecen coincidir muchos de los dirigentes sociales y políticos de la llamada izquierda española.”- “Para blindar lo común, para defender lo que nos une y para desterrar los privilegios y las prebendas, hace falta un discurso político en defensa del Estado.”
“Hay una inmensa mayoría de ciudadanos españoles que no se sienten representados por esa especie de cara o cruz de la política española…Por eso creo que hay que salir a la calle: para sentirnos mayoría política los que somos mayoría social; para dar la oportunidad de reencontrarse a millones de ciudadanos que son españoles sin complejos'.
Comentarios
Si esta mujer pretende liderar un movimiento de regeneración política y democrática, tiene que empezar por dar ejemplo de su propio comportamiento en su partido. Y comprometerse en intentar modificar con sentido común la ley electoral y algunos, bastantes, pasajes de la Constitución que se han quedado obsoletos o que son malignamente utilizados a conveniencia de unos y otros.
Por el momento, despierta tanta espectación como desconfianza.
En este comentario, el Náufrago tan sólo ha querido dar su opinión sobre el diagnóstico que la autora del artículo hace sobre el 'Estado de la Nación', los problemas reales que le acosan y la incapacidad de los distintos partidos que representan a los ciudadanos, en particular los dos mayoritarios, para afrontar el problema. A éstos, hay que añadir, por supuesto, los egoísmos y la insolidaridad de los partidos nacionalistas y las diferencias de los emergentes partidos que no logran su propia cohesión. Tampoco los ciudadanos con nuestras 'posiciones' estamos excluídos.
Pero ese no es el tema base de su artículo. En lo que el Náufrago coincide con ella es en el diagnóstico sobre la situación de este País llamado España. Y lo que hay que anotar bien, es que la crisis española no es sólo económica, sino estructural. Ambas, por supuesto se dan la mano, se entremezclan y se retroalimentan, de ahí su gravedad.
No creo que ella, ni su partido tengan la solución. Pero lo que si conviene, a la hora de poner remedio a la enfermedad, lo primero es que el 'diagnóstico' sea acertado.
En cuanto a lo demás estoy de acuerdo.