Efectos retardados

SABER, SABOREAR

Aunque no lo parezca, a esta isla arriban bastantes navegantes. Los hay que echan un vistazo, no les interesa, y siguen su singladura hacia otras islas u otros puertos. Unos pocos, fieles, vuelven con frecuencia. De vez en cuando, tienen la delicadeza de dejarnos alguno obsequio que nos anima. Douce se pone muy contenta cuando le lanzan algún piropo. A veces llegan cartas…, o mensajes en alguna botella desde tierras muy lejanas.

Ayer, por ejemplo, mientras dormíamos, alguien dejó en el buzón de la isla un regalo y la dirección de su ‘casa’. Algunos, los más experimentados, dirán que no les aporta nada nuevo. Otros creíamos que lo sabíamos, pero a veces, no le hacíamos siempre caso. Una cosa es saber, conocer intelectualmente y otra, diferente, saborear, disfrutar, hacer algo propio, hasta hacerlo parte nuestra, consustancial. Bueno, opinen lo que quieran, si no queda claro.

El regalo que dejaron en el buzón tenía el nombre del remitente al que el Náufrago no conoce. Le escuchó, y no sólo le hizo recordar algo que ya creía ‘conocer’, sino que ha ido confirmándolo, practicándolo. Algunos somos muy lentos en aprehender, lo que dábamos por ya aprendido.

Véanlo si les parece. Si no les aporta nada nuevo, santas pascuas también. Algunos, a pesar de la edad, somos de efectos retardados. Nunca una ‘nada’ debe perderse la ocasión de poder convertirse en un ‘algo’.




NOTA de DOUCE: Si les digo la verdad, cuando el Náufrago se pone a medio filosofar, yo me busco un rincón fresco, ahora que está entrando el calor, y me ¡echo unas siestas…!

Referencia:
http://www.ricardoros.com/blog

Comentarios

Entradas populares