El Sardinero
UNA MAÑANA DE LUZ
"La del alba sería..." Bueno, un poco más tarde, pongamos casi el mediodía, cuando el Náufrago decidió ‘disfrutar’ del sol frío que iluminaba el Sardinero: siete grados marcaban los termómetros. A pesar del cielo luminoso, poco frecuente en estos días de fríos, lluvias y nieves, la playa lucía sus colores de gala.
El Náufrago sintió la necesidad de captar las luces y la belleza de esas horas. La playa, desierta, los tamarindos elevaban los muñones de sus ramas recién podadas al cielo como en una plegaria reclamando su belleza y su vestido. Escasos paseantes pateaban el paseo que abraza la playa. Las terrazas otrora llenas, completamente vacías. Alguna dama tan sólo, bien ‘empielada’, tomaba un café mientras leía las noticias de nieves por puertos, calles y plazas en la Península. Paradojas invernales
"La del alba sería..." Bueno, un poco más tarde, pongamos casi el mediodía, cuando el Náufrago decidió ‘disfrutar’ del sol frío que iluminaba el Sardinero: siete grados marcaban los termómetros. A pesar del cielo luminoso, poco frecuente en estos días de fríos, lluvias y nieves, la playa lucía sus colores de gala.
El Náufrago sintió la necesidad de captar las luces y la belleza de esas horas. La playa, desierta, los tamarindos elevaban los muñones de sus ramas recién podadas al cielo como en una plegaria reclamando su belleza y su vestido. Escasos paseantes pateaban el paseo que abraza la playa. Las terrazas otrora llenas, completamente vacías. Alguna dama tan sólo, bien ‘empielada’, tomaba un café mientras leía las noticias de nieves por puertos, calles y plazas en la Península. Paradojas invernales
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Comentarios
Saludos Julio.
Puedes escribir al 'buzón de Douce' y así podré enviarte la Presentación personalmente, por si no quieres hacer público tu correo.
Y no lo olvides: 'La ocasión la pintan calva;-)'