Desde Peñacabarga

MAR, NIEVE Y MONTAÑAS
By Douce

…Reina de mi paisaje, hermosa y larga;
Tu lomo puro y grave – línea, quicio
De mi cielo y mi tierra – te acaricio
Y nace el verso así, Peñacabarga

Gerardo DIEGO

Menos mal que de vez en cuando, mi papá se estira un poco y abre el abanico de nuestras salidas. No sólo de mar y playa vive el hombre…y los perros, añado yo. Esta mañana soleada mi papá optó por subir a Peñacabarga, un macizo y un Parque Natural cerca de la ciudad, desde donde se puede contemplar toda la Bahía y montes cercanos y menos próximos.

A mí, eso de cambiar de paisaje, subir por esas empinadas curvas e ir acercándonos poco a poco a ese ‘Pirulí’ del Indiano me mola un montón. Aunque la verdad, tanta antena, tanto repetidor y tanto alambre le sienta al monte como un mandil a una vaca. Pero el progreso es el progreso y construye estos adefesios. Los montes cercanos estaban cubiertos de nieve y en las faldas de la Peña aún quedaban algunos restos que servían para que algunos niños se deslizaran y jugaran lanzándose bolas de nieve.

Yo también lo pasé pipa, y disfruté lo mío. Mientras mi papá hacía ‘clic clac ‘con la cámara – hay que ver la manía que tiene este hombre con eso de sacar ‘placas’- yo aprovechaba para revolcarme en la hierba, subir y bajar por el monte y beber agua de nieve. Me hubiera quedado allí toda la mañana, pero claro si uno sale de casa a las tantas y encima se equivoca de carretera no da tiempo pa ná. Pero en fin, tampoco vamos a quejarnos, por si las moscas. La mañana ha sido chupi.


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