Dios viaja en autobús

ATEOS Y CREYENTES: LÍNEAS 4 y 7

Las religiones, a medida que su fuego se enterraba bajo capas cada vez más frías, degeneraban en 'moral',
se incapacitaban para no transferir el problema más nuclear de su vida y de las nuestras,
en el gélido terreno de la moral, recluyéndolo en la periferia. Poco a poco, se caerá en la cuenta
de que es aquí y no en el ámbito de lo político y lo social donde hay que buscar
la tragedia de nuestro tiempo: justamente en esta expulsión de lo amoroso a la periferia.

Rainer Mª RILKE: "Cartas del vivir"


Parece que no teníamos ya bastante para dividirnos, en rojos y azules, fachas y progres, nacionalistas tipo A, y nacionalistas tipo B, taurófilos y cornúpetas, que ha salido a la palestra, o mejor, a la carrocería de los autobuses, los ‘ateos’ y los ‘creyentes’. En este país dicotómico y dual nos va la marcha y nos gusta machacarnos los unos a los otros, y de vez en cuando zurrarnos la badana.

Para olvidarnos de la crisis, ya circulan por las calles de Madrid y Barcelona – ciudades dicotómicas también, a veces – los autobuses con la nueva y curiosa campaña publicitaria: los de “Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta la vida” y los que circulan con su eslogan: “Dios sí existe. Disfruta de la vida en Cristo”. Como ven la publicidad simplifica y cuestión tan profunda y discutible, se reduce a dos frases, como si se tratara de escoger entre un detergente que lava 'blanco blanquísimo' y otro “yo mi Ariel, no lo cambiaría por nada”.

Servidor que en esta batalla de los dioses que existen o no existen, sigue con su propias perplejidades y piensa que probablemente el problema no es tanto, si Dios existe o no, sino de las religiones que han querido hacer un Dios antropomorfo, con los defectos y virtudes de los hombres, vengativo o premiador, que salva o condena, que tiene infiernos y paraísos, que crea los fanatismos de Cruzadas y Guerras santas y otras tropelías, ritos, sacramentos, procesiones, jerarquías y demás boatos. El Náufrago tampoco cree en ese Dios, ni en esas religiones. Ninguna religión. Y los que se dicen ‘ateos’ y hacen publicidad vial están demostrando que también profesan una ‘religión’, también están ‘religados’ a su trascendencia, a su manera.

El hombre es un ser frágil, rodeado de belleza, de misterios, de fenómenos incomprensibles, que se engaña como puede. Algunos que buscan sus paraísos en los placeres, el dinero, el poder, en la comodidad, hasta en el amor para soportar un poco mejor su soledad íntima. Otros se enajenan de modos distintos y buscan la felicidad de manera distinta. ¿Pero qué fin tiene la ‘Propaganda de unos y de otros’? Ese vacío humano no se colma con eslóganes, ni siquiera con tratados enteros de Teología.

A cada cual le corresponde llenar su soledad, con la belleza, la música, la Naturaleza, el Amor, con mayúscula o como su dios interior, o su 'no dios', se lo aconseje. Pero por favor no sustituyan los sermones por carteles publicitarios. Bueno, si quieren, pueden hacerlo, pero es seguro que muy lerdo tiene que ser a quien un reclamo le solucione sus dudas o ratifique en sus convicciones.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Por lo menos, los "ateos" dejan lugar a la reflexión con su "probablemente". Afortunadamente, ambos carteles hablan de gozo y no de condenación.
pilar ha dicho que…
Desde mi ateísmo, de acuerdo con Iván.
Anónimo ha dicho que…
Gracias a los dos por dejar vuestras opiniones tan sensatas en un asunto que tan íntimamente nos afecta.

Sin embargo, a diario, regaláís un dios-amor profundo a esos seres de los que ocupáis con amor.

Un fuerte abrazo, para vosotros y para a esos burros, perros, gatos, animales y personas con quien compartís dolores, alegrías y compañía.
Anónimo ha dicho que…
Lo que sí es mucho más que probable, vamos que está ya muy probado, es que la vida es breve. Pues disfrutémosla, con o sin creencias teológicas.

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