Cuando nos faltan las palabras

El Náufrago no ha querido dar cuenta a Douce, de una noticia que no cabe en la mente de un ser medianamente humano. ¡Cómo iba a caber en la cabeza de una perrita! Y pensar que tengamos que convivir con seres - ‘nadas’- así…

El suceso aparece en distintos periódicos. El intento de ‘canicidio’ ocurrió en Cercedilla, un pueblo precioso de la Sierra madrileña. Un vecino avisó a la Guardia Civil para indicarles de que un desalmado trataba de deshacerse de su perro ya herido. Cuando se personaron los agentes, se encontraron con un hombre que estaba enterrando bajo una caseta, con ayuda de una pala, una bolsa de plástico, que contenía algo en su interior que se movía. Al abrirla, la Guardia Civil halló un pequeño perro, propiedad del hombre. Trasladaron al animal agonizante en el vehículo oficial hasta un centro veterinario, donde pudieron salvarle la vida.

Posteriormente, volvieron a la casa donde había ocurrido el delito, para detener a A. V. S, segoviano de 56 años, por la comisión de un delito de maltrato animal. ¿Y este individuo, volverá a andar suelto después de haber pagado una multa? Prefiero no decir lo que personajes así merecerían. ¿Y volverá a su casa, sin experimentar el menor sentimiento de culpabilidad, después de tal hazaña? ¿De qué material está hecho el corazón de algunos seres que llamamos ‘humanos`?