El rey cabalga desnudo

El Náufrago como buen ‘marxista’ (versión Groucho) ‘es parte contratante de la primera parte se considera como la parte contratante de la primera parte’, es decir que se siente afectado por la patada que ha dado el señor Gobernador en el tablero de las pensiones. El Náufrago es de buen conformar y se siente un ‘privilegiado’ con el dinero pensionista que percibe. Hay que decir que tampoco es un regalo.Más de cuarenta años de curro le dan a algún derecho si no para hacer cruceros, sí para tomar de vez en cuando un cortado o un Ribera, que es hasta donde llegan sus caprichos y despilfarros.

Pero lo que más le ha llamado la atención no es tanto la advertencia del señor Mafo, como el revuelo que ha armado tanto en miembros del Gobierno como entre los analistas políticos con opiniones bien dispares. En el mismo periódico lee la opinión de dos periodistas. El de la última columna escribe: “Es posible que el gobernador tenga razón y estén al borde de la bancarrota las pensiones. Pero lo que no puede hacer alguien que mama del Estado es crear pánico antes que el 'crash'. Si así lo hace es un judas”. Por otra parte, en la segunda página del mismo periódico otro ‘opinante’ escribe lo siguiente: “EL GOBERNADOR del Banco de España ha pateado el tablero y ha hecho volar el nido de las avispas. Ha sido el niño del cuento diciendo la ingenua verdad de que el rey cabalga desnudo. Nada nuevo para tanta escandalera de este Gobierno débil y con un arsenal político basado en las relaciones públicas, el buenismo, el feminismo y el relativismo.”

Como ven entre ‘judas’ y el ‘niño del cuento’ hay discrepancias sobre la advertencia del señor de las perras de todos. El Náufrago no ha sentido ningún pánico y no hace falta que el señor gobernador hable o calle, para intuir cómo andan los fondos, porque en este país de gobernantes farsantes, desorientados, sin rumbo, improvisadores, mendaces, lo lógico es lo que dice el ‘niño’.

Ya está bien de ocultar la verdad para que el pueblo no se asuste, la debacle la estamos viendo día a día y también oímos a diario los cantos de sirena que tratan de arrullarnos. ¿O es que no hay antecedentes de que los últimos en enterarse y los primeros en sentirse afectados son los ciudadanos de a pie, cuando los de siempre han puesto lo suyo a buen recaudo? Mientras las cosas se ‘ordenan’- ¡oh, magia de las palabras!- vivamos con los ojos bien abiertos.