El libro amigo

"CARTAS DEL VIVIR"

Hoy que celebramos el día del libro, no he querido comprar uno más. Me he limitado a releer alguna de las partes que había subrayado en un pequeño epistolario que me ha servido durante algún tiempo de libro de cabecera. Era el mejor homenaje que podía tributar a este amigo que habla sin palabras, a este refugio donde nos defendemos del ruido de la vida, a esta melodía, a esta emoción, a este maestro, a este ensueño, a este creador de ilusiones, este sustituto de ausencias… que es el LIBRO.

Al que hoy rindo homenaje se titula: “Cartas del vivir” una serie de cartas que Rainer Mª Rilke escribió a familiares y amigas entre 1901 y 1923

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- La mayoría de las personas se sirven de las cosas para hacer tonterías (como hacerse cosquillas) en vez de mirarlas bien y preguntarse por su belleza. De aquí que a la mayoría de las personas no sabe que el mundo es bello, y que las cosas pequeñas –una flor diminuta, una piedra, una corteza, una hoja de abedul - irradian luz y son espléndidas (BELLEZA)

- Madre no te podrá ayudar, de hecho, en el fondo nadie puede ayudar a nadie; esto es lo que se vuelve a aprender siempre en todo conflicto y en cada confusión: que uno está solo. (Carta a su cuñado Friedrich Westhoff)

- Vivir es justamente transformarse, y las relaciones humanas, que son lo esencial de la vida, son lo más mudable de todo, lo más fluctuante, y los verdaderos amantes son seres en cuya relación y contacto ningún momento es idéntico a otro: seres entre quienes nunca tiene lugar algo igual, sino lo puramente nuevo, lo inesperado, lo inaudito. (RELACIONES)

- Para muchos, la vida se hace ligera, fácil, divertida. Pero es así sólo porque ya no se la toman en serio, porque dejan de vivirla con autenticidad y de realizarla con su ser más propio. (VIDA)

- ¡Oh qué lejos me siento de esos avaros que antes de rezar, preguntan si Dios existe! Si no existe, o no existe todavía, ¡Qué importa! (ORACIÓN)

- Habrá observado que desde que estuve en Córdoba me ha asaltado un furor anticristiano. Aquí creería uno encontrarse en un país cristiano; sin embargo, el cristianismo pasó de largo ya hace mucho tiempo; este país, sin duda, fue cristiano, hasta el punto que, a cien pasos de las puertas de la ciudad, se podía asesinar a alguien, con este trasfondo se multiplicaron las abundantes cruces de piedra que, sin más pretensión, llevan una simple leyenda: aquí murió fulano de tal- tal era la versión del cristianismo en estos lugares. (DESDE RONDA)

- La verdad no intenta enrolar a nadie y siempre he pensado que no se preocupa en absoluto de actuar de una forma determinada. (VERDAD)

- Dado que las religiones, a medida que su fuego se enterraba en capas cada vez más frías, degeneraban en ‘moral’, se incapacitaban para no transferir nuestro profundo desamparo, el más nuclear de su vida y de las nuestras, en el gélido terreno de la moral, recluyéndolo a la periferia.( RELIGIÓN)

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