No volveré a hablar de Jesús Neira
REFLEXIONES ESTRICTAMENTE PERSONALES
Me había hecho media promesa de no volver a hacer ningún comentario sobre el ‘caso’ Jesús Neira. Lo que me apetecía decir sobre esta persona, ya lo he expresado en esta bitácora. Por lo que a él se refiere sólo me ha interesado un aspecto: un hombre que en una circunstancia determinada actuó como le dictaban sus principios y su conciencia. Por su actitud, yo no estoy seguro que hubiera actuado de ese modo, recibió como respuesta un golpe desproporcionado que se complicó con otras negligencias que le condujeron a un estado de coma que duró sesenta y ocho días con los pronósticos más desalentadores.
Un día despertó de este sueño de muerte que le habían pronosticado. Los cuidados médicos, el cariño y la fortaleza de su mujer, sus ganas de vivir , los hados, le devolvieron a la vida con secuelas y altibajos. Hoy, después de largos meses, está de nuevo en casa con los suyos, pensando en volver a vivir con ganas renovadas. Piensa en su trabajo, en viajes, en la preparación de sus clases, en seguir escribiendo y disfrutando de esta nueva vida que le ha sido concedida. No mira hacia atrás, sino en el ahora para vivirlo intensamente.
Eso, y nada más que eso, es lo que me interesa de él: su entereza, su fuerza moral, sus ganas de vivir, la fidelidad a sus principios, su lucha para superar las secuelas que aún le quedan. Me duele, y mucho, que más allá de todo esto, haya gente que se constituya en juez, de lo que debe o no debe hacer, de si es héroe o villano. En este país, tanto la gente de a pie y no digo nada los buitres mediáticos que lo único que les interesa es fomentar la polémica, hozar en la carroña, para aumentar la cuota de venta de basura o de pantalla.
Aborrezco cordialmente estos mercadeos, las lenguas viperinas que se ensañan en las miserias humanas, se constituyen en jueces y dictan lo que debe o no debe de hacer, si se exhibe, si debe callar o habla demasiado. Acostumbrados a abastecerse de la basura de los que venden sus rupturas, sus reencuentros, sus peleas, sus amoríos, desamores, sus malos tratos, son incapaces de ver el aspecto natural y profundo de una persona que cuenta una experiencia extremadamente dolorosa. No ha sido él el que se ha otorgado el título de ‘héroe’, son los demás los que han elevado a esa categoría; los mismos que ahora le quieren derribar del peldaño al que él nunca se elevó. Jesús Neira es y sigue siendo un hombre normal, con sus virtudes y sus defectos que un día en una circunstancia desgraciada, hizo lo que le dictaba su corazón y por ello ha pasado por circunstancias dramáticas, esos son los hechos. El protagonismo no lo creó él, sino todos los que consideraron que era un hecho remarcable.
Me siento a disgusto en este país en blanco y negro, de buenos y malos, de jueces y acusados, de azules y rojos, de héroes y villanos.

Un día despertó de este sueño de muerte que le habían pronosticado. Los cuidados médicos, el cariño y la fortaleza de su mujer, sus ganas de vivir , los hados, le devolvieron a la vida con secuelas y altibajos. Hoy, después de largos meses, está de nuevo en casa con los suyos, pensando en volver a vivir con ganas renovadas. Piensa en su trabajo, en viajes, en la preparación de sus clases, en seguir escribiendo y disfrutando de esta nueva vida que le ha sido concedida. No mira hacia atrás, sino en el ahora para vivirlo intensamente.
Eso, y nada más que eso, es lo que me interesa de él: su entereza, su fuerza moral, sus ganas de vivir, la fidelidad a sus principios, su lucha para superar las secuelas que aún le quedan. Me duele, y mucho, que más allá de todo esto, haya gente que se constituya en juez, de lo que debe o no debe hacer, de si es héroe o villano. En este país, tanto la gente de a pie y no digo nada los buitres mediáticos que lo único que les interesa es fomentar la polémica, hozar en la carroña, para aumentar la cuota de venta de basura o de pantalla.
Aborrezco cordialmente estos mercadeos, las lenguas viperinas que se ensañan en las miserias humanas, se constituyen en jueces y dictan lo que debe o no debe de hacer, si se exhibe, si debe callar o habla demasiado. Acostumbrados a abastecerse de la basura de los que venden sus rupturas, sus reencuentros, sus peleas, sus amoríos, desamores, sus malos tratos, son incapaces de ver el aspecto natural y profundo de una persona que cuenta una experiencia extremadamente dolorosa. No ha sido él el que se ha otorgado el título de ‘héroe’, son los demás los que han elevado a esa categoría; los mismos que ahora le quieren derribar del peldaño al que él nunca se elevó. Jesús Neira es y sigue siendo un hombre normal, con sus virtudes y sus defectos que un día en una circunstancia desgraciada, hizo lo que le dictaba su corazón y por ello ha pasado por circunstancias dramáticas, esos son los hechos. El protagonismo no lo creó él, sino todos los que consideraron que era un hecho remarcable.
Me siento a disgusto en este país en blanco y negro, de buenos y malos, de jueces y acusados, de azules y rojos, de héroes y villanos.
Comentarios
Ahora sale en la portada del Hola, se enriquece con las editoriales, toca la política, charla como colaborador en los medios...Es libre para hacerlo, claro. Yo también soy libre para criticarlo si lo considero oportuno.
Es mi opinión, Náufrago. En estos momentos se me revuelven las entrañas cuando veo escenas como la de la salida del hospital y demás. Pan y circo queremos y pan y circo nos dan. Así de simple.
Entrevista a Neira
Sabes que te aprecio mucho y admito las razones que te asisten para decir lo que piensas sobre el personaje, más que sobre la persona que entre él, los medios y los demás hayamos, o nos hayamos, hecho de él.
Dices que tenía en su mano ser héroe 'silencioso', o 'mediático'.La figura de 'héroe', no la ha creado él, fueron los medios y la gente la que le elevó a esa categoría cuando él reñía una dura batalla entre la vida y la muerte. Él nunca se ha considerado un héroe, aunque es cierto que haya podido mostrar cierta prepotencia frente a su agresor. Queramos o no esa diferencia existe y Neira no es ningún santo, sigue siendo un hombre, con virtudes, bastantes, y defectos, también algunos.
La salida del Hospital no la organizó él, se la organizaron y es lógico que después de meses luchando entre la vida y la muerte agradezca el reconocimiento de la gente, es algo lógico después de luchar solo.
El asunto que no tengo ningún interés en abordar, sinceramente porque no soy quién para juzgar sobre lo que haga o deje de hacer declaraciones, escriba o no, colabore o no con quien le plazca.
Esta es mi opinión sobre el asunto, la persona y el personaje y agradezco que tú expongas lo que opinas.
Esta entrada es mi última opinión sobre el asunto. Lo único que me ha interesado de este caso es la lucha que ha librado valientemente por volver a la vida. Todo lo que ha surgido en torno a su gesto ya no me interesa tanto.
Un abrazo, Campu.
Yo tampoco volveré a hablar de Neira. Lo intentaré...
Feliz semana. Parto ahora hacia tierras santiaguesas. Las saludaré de tu parte.
Que pases una buena semana, con o sin Brunis y Letizias :-)
Boas noites