Gusanos de seda

DESDE EL PAÍS DE LA NOSTALGIA

Anteayer, en clase, aparecieron, por necesidades didácticas, los ‘vers à soie’, o sea los gusanos de seda. La aparición de estos lepidópteros en una clase de gramática francesa puede parecer extraña, y lo es, pero su presencia sirvió de pretexto para que profesor y alumnos, más bien alumnas, recordaran viejos entretenimientos infantiles.

Aquella cría y cuidados de estos simpáticos bichitos que se intercambiaban entre amigos, que se guardaban en cajas de zapatos convenientemente agujeradas, a los que había que cuidar, limpiar, alimentar, asistir a sus metamorfosis eran toda una lección de biología y sobre todo de compañerismo, porque tanto los huevos, las hojas de morera, los capullos, los gusanos eran objeto de regalo o intercambio.

La vida de las distracciones y los juegos eran así de sencillas y sin embargo estaba llena de comunicación, experiencias y contactos muy humanos. Aquellos meses de abril, mayo y junio los niños asistíamos a esos hermosos cambios de huevos, gusanos que pasaban por diversas etapas, capullos blancos, amarillos o naranja, aparición de las mariposas que a su vez, tras breve vida, darían lugar a la repetición del ciclo vital. El cuidado paciente de aquellos animalitos de piel suave, devoradores incansables de hojas de morera, todo un precioso alimento, a veces difícil de conseguir y mantener húmedo entre pañitos mojados, ocupaba horas y horas de las horas de asueto.

No sabe el Náufrago si los niños de hoy cuidan a estos gusanitos o si siquiera saben algo de su existencia, tampoco está muy al corriente si juegan a las chapas, al guá, a pídola, a la peonza o al clavo y otros juegos de aquella infancia ya pasada. Tampoco es un deseo de que la vida se repita como antaño. Tan sólo habla, con placer y ternura, del país de la Nostalgia.

Comentarios

Sylvia Otero ha dicho que…
Hola Náufrago!

Es lindo recordar.

A mí también me gusta recordar tiempos pasados, los juegos con los que nos entreteníamos en la infancia y adolescencia.

Creo que a los niños de ahora les pasará lo mismo. Tal vez ellos tengan cambios más drásticos a lo largo de su vida.

Feliz Prima Vera!! Aquí llegó don Oto con toda su fuerza!

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