… Y se vieron desnudos

CRÓNICAS VERANIEGAS

El Náufrago no pretende hacer unas reflexiones trascendentales de lo que no es más que un pequeño reto personal, de vencer timideces y romper tabúes. Se refiere al hecho de que ayer le apeteciera ir a una playa naturista. Por dos razones. En primer lugar porque para él es una de las playas más hermosas de los alrededores de Santander y en segundo lugar, porque quería vencer la vergüenza de mostrarse desnudo en público. Quizá para muchos sea una tontería, y quizá lo sea, pero para él era un pequeño reto que quería conseguir . Lo hizo y se sintió doblemente bien, por haber hecho algo que le costaba y porque se sentía bien en un ambiente en que cada cual disfrutaba de la playa a su gusto.

El Náufrago se preguntaba por qué esa vergüenza a mostrarse desnudo. Sin duda hay razones de todo tipo: la costumbre, un pudor natural a mostrar el cuerpo, otras vergüenzas impuestas por normas morales y muchas más. Desnudez y vergüenza aparecen ya unidos en los primeros capítulos del Génesis. La anécdota no por curiosa, deja de ser menos ilustrativa sobre la relación que han tenido en las religiones del Libro la desnudez y la culpa. Fue la serpiente, “la más astuta de cuantas bestias del campo hiciera Yahvé Dios” la que invitó a Eva a comer el fruto prohibido porque el día “que de él comáis se os abrirán los ojos”. Ambos comieron …: “Abriéronse los ojos de ambos, y viendo que estaban desnudos, cosieron unas hojas de higuera y se hicieron unos ceñidores.” (Gen.3)

Es curioso que Adán y Eva que andaban desnudos por el paraíso, se vieran ‘desnudos-culpables’ el día que trasgredieron. Ese sentimiento de culpa generado por una ley absurda, hizo que sintieran vergüenza de sí mismos, porque al parecer, nadie más andaba por los alrededores, excepto Yahvé, que por casualidad se hallaba por allí dando un paseo y llamó a Adán que se había escondido:

-“¿Dónde estás?", preguntó Dios.

-“Te oí andar por el jardín, y tuve miedo porque estaba desnudo, por eso me escondí”…

La anécdota no deja de ser ilustrativa. ¿Por qué nos ‘cubrimos’? ¿Qué tenemos que esconder? ¿Por qué mostrar el cuerpo en su naturalidad nos da vergüenza? Lo sé, las razones pueden ser muchas y admisibles. Como lo es el hecho de que haya gente que quiera mostrarse desnudo y libre.

Perdón por el sermón, no era mi intención. Era una reflexión estrictamente personal que sólo al Náufrago respecta.
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IMAGEN: A. Durero

Comentarios

Sylvia Otero ha dicho que…
Me gustó tu reflexión.

Te felicito por la decisión que tomaste!!!!

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