El vacío de las palabras

¿POR QUÉ NO TE CALLAS?

Procura que tus palabras sean mejor que el silencio

Somos seres sociales y necesitamos ‘comunicarnos’. No importa el vehículo comunicativo que empleemos. Puede ser una mirada, un gesto, un mohín, hasta un silencio. Esta mañana el Náufrago, nada más levantarse, sintió la comunicación de un sentimiento sin necesidad de palabras. Fue al salón. Douce descansaba en su rincón favorito. Me acerqué, siguió descansando pero agitando su rabo me dio sus ‘buenos días’: “¿Has descansado? Me alegra verte”

Lo entendí perfectamente, y ese saludo sin palabras me reconfortó el ánimo y fue la primera alegría y señal de cariño de la mañana.

Luego los dos salimos a la calle, ella olió, fue de un sitio para otro e hizo lo que tenía que hacer, que tampoco es necesario añadir más detalles cuando hablamos de ‘lenguajes’. Entramos en el quiosco. Como siempre esperó que la quiosquera le diera su regalito diario. Pero hoy Trini, no le hizo los ‘festejos’ acostumbrados. El Náufrago le preguntó: “¿Qué tal estás?

- “Estoy muy triste. Muy triste” El Náufrago prefirió no insistir, no era el momento, ni el lugar. Simplemente al recoger las monedas del cambio, le apretó la mano y le dijo: “Cuídate” Esa fue toda la conversación. Espero que entendiera lo que quería comunicarle. No se necesitaban palabras, ni sabría decirlas, en ese lugar y en ese momento.

Douce y el Náufrago concluyeron su paseo. Subieron a casa y el Náufrago echó una primera ojeada al periódico. En la portada aparecía el rey saludando a las autoridades militares de la isla. Estaba dando la mano al coronel de la Guardia Civil. Debajo de la foto esta frase entrecomillada: “Hay que darles en la cabeza hasta acabar con ellos”. El Náufrago comprendió una vez más lo que es un lenguaje vacuo, impotente, reiterativo, que nada significa, que nadie se cree, a fuerza de repetirlo de mil maneras sin creerlo.
  • Pregunta: ¿Cuál de los tres lenguajes le suenan a sinceros de verdad o simplemente vacuo? (The answer is blowing in the wing)

Comentarios

Sylvia Otero ha dicho que…
Yo también lo oí en la tele.

En ese instante inmediatamente recordé que uno es dueño de las palabras que calla y esclavo de las que pronuncia y que tal vez hay veces que es mejor callarse.

Bon dimanche!

Entradas populares