Del arte de convivir

A veces leyendo el periódico, encuentras algo que no tiene que ver con la política y los chismorreos. Sí, sí; aunque no lo crean. Eso me pasó ayer leyendo una "TRIBUNA LIBRE" del catedrático de psiquiatría Enrique Rojas. Hablaba en un lenguaje muy accesible del "Difícil reto de la convivencia". No es que dijera cosas que no sepamos, pero quise anotar lo esencial de un larguísmo artículo para recordarlo de vez en cuando y decidí trasladarlo a esta bitácora. He aquí el resultado:


"Quiero empezar con una declaración de principios: no conozco nada más difícil y complejo que la convivencia ordinaria. Hablo de lo diario. Las dificultades de la convivencia producen estragos. Problemas que si no se enfocan bien o no encuentran una solución positiva, terminan por cambiar la vida y darle unos giros graves, severos, históricos.

La convivencia consiste en la capacidad para vivir con otras personas y establecer unas relaciones sanas, positivas, de diálogo, entendimiento y respeto, sabiendo compartir y, a la vez, aceptar al otro como es.

  • - Para estar bien con alguien, hace falta estar primero bien con uno mismo. Esto me parece esencial. Es el abc … Una persona inestable, poco equilibrada, con cierta tendencia al descontrol, va a tener problemas con casi todo el mundo con que se relacione con cierta cercanía e intensidad.

  • - En segundo lugar, es importante recordar que en la convivencia es importante respetar las ideas y las actitudes de la otra persona. Respetar el espacio psicológico del otro.

  • - Otro punto a destacar es no equivocarse uno en las expectativas. Dicho de otro modo: saber que una buena convivencia es fruto de un trabajo esforzado, cuidadoso y deportivo … Tarda uno mucho tiempo en entenderse con las personas con las que convive: a lo sencillo se tarda tiempo en llegar.

  • - No menos importante es luchar contra una sensibilidad psicológica muy acusada. Dicho de otro modo: las personas hipersensibles, aquellas que por su forma de ser todo les cala muy hondo y van a sufrir mucho porque todo les afecta con más intensidad.

  • - He ahí la importancia de aprender a darle a las cosas que nos pasan la importancia que realmente tienen. No dramatizar. Evitar convertir un problema en algo que magnificamos.

  • - A continuación, es necesario aprender a dialogar sin acritud. Hablar y decir las cosas que suceden, pero sin dureza ni agresividad, evitando actitudes radicales o irreconciliables. /…/ El resentimiento es un pasadizo que lleva a la ciudadela del rencor: sentirse dolido y no olvidar.

  • - Otro punto aconsejable es no sacar la lista de agravios del pasado. Esa colección de vivencias negativas de atrás que de pronto se ponen de pie y piden paso y pueden llevarse por delante todo lo que encuentren en sus recuerdos.

  • Lo diré de una forma más gráfica: el que domina su lengua se controla en un 90%. La palabra dañina, envenenada, mordaz, que trae el detalle negativo con toda su crudeza, está firmando el certificado de defunción de la convivencia.

  • - Por todo ello es esencial aprender a pedir perdón. Así de sencillo y de grande. /…/ Generalmente, quien pide perdón es el más generoso. El perdón es un gran acto de amor.

  • - Para que la convivencia sea posible son necesarios el respeto y la estimación recíproca. El respeto es atención, deferencia, tener en cuenta la forma de ser del otro, apreciándole en lo que vale.

  • - Por último, es imprescindible pensar en cómo mejorar la convivencia. Es decir, tratar de que ésta sortee las dificultades y busque una cierta excelencia. La vida diaria sigue siendo la gran cuestión. Lo ordinario está salpicado de detalles pequeños. La vida es cuidar esos detalles que hacen fácil la relación, y saber que comprender es ponerse en el lugar del otro. Comprender es aliviar

  • - La convivencia debe ser una escuela donde se ensayan, forman y cultivan muchos de los principales valores humanos: la sencillez, la naturalidad, el espíritu de servicio, el sentido del humor, la generosidad, el pasar por alto discusiones, enfrentamientos o malos entendidos, la sinceridad, la fortaleza...
Enrique ROJAS

Comentarios

Entradas populares