Conversaciones con Douce

MI BUENA 'MALA' EDUCACIÓN

- Hola, Douce ¿Estás libre?

- Pues depende, pero si me lo pides, me ‘libero’ de mi siesta. ¿De qué va el asunto hoy?

- Pues mira Douce, es un asunto serio. Los padres, a veces, nos preguntamos si hemos educado bien a los hijos, una manera como cualquier otra de examinarnos. Ahora que estoy leyendo un libro de un señor que sale en la tele y que dice que sabe mucho de esto de educar a perros (y a sus dueños) siento que está poniendo entredicho la educación que te he dado. Lo leo, me examino, y cateo.

- ¿Ya empezamos…? Vamos a ver: ¿Qué es lo que te preocupa tanto? Porque por lo que a mí respecta, estoy encantada de la educación que me has dado. Te enumero: me sacas a pasear todos los días, dos y tres veces, y hasta me llevas de excursión, últimamente algo menos... Me dejas dormir contigo, cuando me apetece. Aunque últimamente ya no participo tanto de tus comidas, siempre hay algún capricho que cae de vez en cuando. Me acaricias , me mimas cuando lo necesito, toda la casa es mía y me aposento donde me place, paseo y olisqueo a mis anchas.
Sólo un par de veces en diez años de feliz convivencia te he dado un pequeño susto, pero mi ausencia no ha durado ni diez minutos. Eso no ocurre ni en los mejores matrimonios.

Es verdad que algunas veces ladro en casa cuando oigo que algún colega vecino me molesta. Sé que no hago caso a ese chulo de terrier de esa señora que se molesta porque no hago ni caso a ese cursi .El otro día me llamó ‘falsa’ porque luego me voy con Naguy o cualquier perro callejero. Pues que se fastidie que yo no me meto con sus gustos. A mí me gustan los perros que no van por la vida de chulos.

- Vale, Douce, eso ya lo sé. Me gusta que hagas migas con quien te apetezca. Yo no me meto en tus relaciones amorosas. Pero vuelvo a leer el libro de “El encantador de perros” y me acomplejo. Que si debo proyectar ante ti “energía serena y firme”, que te debo “ejercicio, disciplina y afecto’, además por ese orden, cuando tú sabes que yo hago todo eso al revés...

- ¿Y qué pasa? A mí me gusta ‘tu’ orden y tus prioridades: primero, cariño, luego ejercicio y dejamos lo de la disciplina para cuando haga falta, que tampoco soy yo una perra indisciplinada.

- Pues si te sigo contando… ' Que en los paseos debes caminar a mi lado o detrás, que debo ser tu líder porque si no, la falta de liderazgo puede causarte ‘agresividad, ansiedad, temor, obsesiones y fobias…”

- ¡Para el carro, don líder, que yo no siento nada de eso! Lo que tienes que hacer es obrar a tu modo. ¡Al demonio, con tanta disciplina, tanta orden y tanto liderazgo de los…! Los que importamos somos tú y yo. Los demás que piensen lo que quieran y que se dediquen a sus negocios… ¡Y no leas tanto!

Comentarios

pilar ha dicho que…
Compraré el libro, pero mucho me temo que lo llevo haciendo mal muchos años.
Contrastaré lo que cuenta este señor con mi experiencia en casa y ya te contaré.

Bicos
Anónimo ha dicho que…
El libro es muy interesante, conocía al autor a través de sus programas en televisión.

Ya me contarás cómo van tus 'chicos'. Aunque en estos casos,nadie mejor que quien convive con ellos sabe cómo tratarlos.

Estoy seguro que tú tienes buena 'mano'.

Bicos y feliz domingo.

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