Soy un "idiota"

Parece ser que entre aquellos griegos que inventaron esto de la democracia, había dos tipos de ‘ciudadanos’, aquellos que participaban y se interesaban en la ‘cosa pública’, y los que se quedaban reducidos a su propia peculiaridad, es decir los ‘idiotas’ que eso venía a significar el vocablo (ἰδιώτης): ‘peculiar’.

Pues si les digo la verdad, este Náufrago cada día se siente más ‘idiota’. Lo de participar en la 'res pública', sin que se te quede la cara de idem, nos lo están poniendo cada vez más complicado los que manejan o manipulan los asuntos públicos . También nuestros propios conciudadanos. Quizá los habitantes de las polis griegas por el número de sus ciudadanos y la estructura de la propia sociedad, tuvieran más claro cómo debía de ser su participación en la cosa común. En esta sociedad nuestra, mucho más compleja, manipulada por unos cuantos poderes: políticos, económicos, mediáticos, enterarse de los verdaderos intereses de los que convocan, desconvocan, asisten, insultan, es más complejo. Y habrá que hacer como que no te das cuenta de cuándo te toman el pelo, quiénes se sirven de ti, cuáles son los verdaderos intereses cuando reclaman tu participación.

La triste realidad es una sola: siempre pagan el pato los mismos. Anteayer, dos ‘pardillos’ a los que les harán solemnes homenajes por “haber dado su vida por la Patria”. Los que de momento se van de rositas y se salen con la suya, son los que desenfundan las parabellum, o como se llamen, y siguen barriendo para casa. Habrá quien finja que sienten mucho la desgracia, mientras siguen aprovechándose de las nueces que siguen cayendo y celebran en secreto que los del otro lado se peleen entre sí por si ‘yo voy’, ‘yo me quedo en casa’, ' vete tú que a mí me da no sé qué', ‘yo insulto y armo la zapatiesta’ venga o no venga a cuento.

Parecerá que por una vez se ponen de acuerdo. Pero quiá, la farsa sigue. Y de nuevo las argucias, las ‘estrategias’, los miedos a dar la cara, visto cómo anda el patio. Muy revuelto. Quizá no sea de extrañar que cada vez aumente más el número de los ‘idiotas’. No obstante, y a pesar de tanta tomadura de pelo, por un día, y tapando nariz y oídos, mostraremos nuestra verdadera ‘idiocia’.