La metáfora, según Douce
BY DOUCE
Pues qué quieren que les diga, mi papá no tiene ni idea de lo que es la vida. Por ejemplo, no sabe lo que es una metáfora. Y hoy día, sin saber lo que es una metáfora, no se puede andar por la vida. Es más, como perrita filosófica que soy, me atrevería a decir que no sabe que lo que llama realidad, no es más que un espejo de otra vida, ‘speculum vitae’, que decimos los que sabemos latín.Pero vayamos al asunto.Hoy amaneció el día con una mañana espléndida, así que aproveché para sugerir femeninamente a mi papá, colega y amigo, que deberíamos dar un paseo. Un paseo de los de días de fiesta, porque parecía más una mañana del día de Navidad , que la víspera de la Nochebuena.No fue difícil convencerle. Así que decidimos dar primero un paseo por la costa, para acabar en nuestro bosque encantado. "Okay", dije yo en mi inglés de Oxford. En el camino hacia la playa de la Arnía , detuvo un momento el coche en el arcén, me rogó que dejara de oler y que mirara a lo que teníamos enfrente. Apareció un colega mío algo cascarrabias que andaba trotando por un jardín con un cerdo negro. Negro era el color del animal, aclaro.
- - “Parece un jabalí”, dijo mi papá
- - “Pues es un cerdo, yo no le veo los colmillos, repliqué yo. Ademas he leído en un libro que los jabalíes son más sensuales y de amores muy apasionados e intensos. Además se desviven por su pareja, y son muy posesivos y celosos”.
- - “Ah, ¿ y tú has adivinado todas esas cualidades en ese bicho?. El cerdo, según tú, soltó mi papá.
- - “Pues sí, yo soy muy intuitiva y a ese ‘jabalí’ , no le veo yo muy apasionado”, corté yo la discusión, mientras él sacaba alguna fotos.
Continuamos el camino hasta la Arnía. Yo sé que le gusta esta playa y mientras él admiraba su ‘morfología’ como él la llama, yo me fijé en un señor que contemplaba el mar y la gente que había abajo pescando no se sabe qué. Me acerqué a él y me dediqué a lo mío. Cuando mi papá se cansó de mirar y de sacar algunas fotos, cogimos de nuevo el coche, camino de nuestro bosque.
Empezamos el paseo, y yo veía que se detenía cada dos pasos. Miraba al sol que iba ascendiendo y trataba de meterse entre los pinos que, apretados, apenas le dejaban penetrar. Sólo se veía una cortina hecha de una especie de polvo de luz que iluminaba la profundidad del bosque. Me miró como pidiéndome que le explicara , yo, que tengo respuesta para todos los ‘misterios’, qué podría significar eso. Entonces aproveché para soltarle mi visión de la vida. Mi cosmovisión. Me puse solemne y le dije:
- “Mira ese bosque es la metáfora de tu mundo interior, tío raro. A veces lo ves muy oscuro, sin apenas luz. No ves el sol, ni tampoco la realidad de las cosas. Los árboles te parecen fantasmas alargados. Sólo las ves a través de esa cortina de polvo iluminado. Hay momentos en que el sol quiere abrirse paso entre la copa de los árboles y tu panorama interior se esclarece y percibes mejor la realidad que tienes delante.En otros momentos esa cortina desaparece del todo y percibes con toda nitidez los árboles , las enredaderas que trepan por su tronco, los matorrales, las hojas caídas de los árboles. Pero sigues estando en el bosque. Vamos atravesarlo y verás aún más despejado el paisaje.
Ves, ya estamos fuera. Eso azul que ves , que se pierde en el horizonte es el mar. Esas manchitas negras que ves picoteando en la hierba son unos cuervos. Allá , en el fondo, aquellos puntos blancos son unos barcos. No son barcos de pesca. Hoy es Domingo. Son barcos de recreo y la gente aprovecha para vivir. Y ahora, que está todo despejado, mira hacia la derecha. Es una pareja montada a caballo. Están disfrutando de esta espléndida mañana. Están viviendo."
Terminada mi lección, dejamos que los jinetes pasaran por delante de nosotros.Pronto nos dieron la espalda y se perdieron bajando una loma que terminaba en el mar. Yo le miré y le dije: - “¿Has entendido?
- Él me miró, sonrió : “ Hala, vamos, filósofa, me dijo. Me vale la metáfora. Pero ya sé que lo que tu pretendías es ganarte el próximo paseo, lista.”
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