Lo que de verdad interesa
ALL THAT MATTERS
- Hola, Douce. Ya sé que me miras con unos ojos que están diciendo: “¿Y por qué no nos damos un garbeo, señor Lector?” No te preocupes, saldremos. Te recuerdo, querida, que hace media hora hemos salido. Has aprovechado para oler la hierba regada por la leve lluvia que ha caído, después de estos días de calor africano. Dentro de poco daremos otro paseo, más largo, para que puedas olisquear tus rincones favoritos, puedas sentir el frescor de la calle y de paso aliviarte un poquito. Ahora estaba degustando el sabor a vida que me ha dejado ese libro que tu miras. Ya sé que tú no necesitas leer porque haces a diario lo que en él se cuenta: ‘All that matters’, “Lo que de verdad interesa”.
- Pues sí, en cado momento hago lo que me interesa. No me pierdo en recuerdos, ni me preocupo qué haré mañana, o dentro de quince días. Vivo cada momento: descanso, duermo, juego, me revuelco por el suelo, como, me siento a tu lado…
- Me gusta cuando me miras con esos ojos que no se sabe si hablan o preguntan. Me serenas cuando dormitas y oigo tu respirar tranquilo. Disfruto cuando me retas, corres, das vueltas, vas, vienes, para que te quite la pelota que has sacado de un rincón. Admiro tu fidelidad, tu buen conformar. Jamás he visto un mohín de desdén, de desafecto o de protesta.
- ¿Y por qué me dices todas esas cosas, que ya sé?
- Te lo decía porque hacía algunas ‘comparanzas’ que no vienen al caso que te cuente. Quería compartir contigo el buen sabor que me ha dejado la lectura de este libro que ha tenido ‘enganchado’ estos tres días, mientras descansaba mi hombro. Hacía algún tiempo que un libro no me ‘atrapaba’ de esta manera. No sé qué hubiera dado por charlar con una abuela como la del libro de Goldstein. Desgraciadamente no tuve tiempo de disfrutar de mis abuelas, murieron cuando yo tenía dos y cuatro años.
- ¿Es eso lo que querías contarme? ¿Y si hablamos del paseo?
- De momento es todo lo que me apetecía decirte, ‘desinteresada’. ¡Hala, prepárate, que nos vamos de paseo!
- ¡Por fin, lo conseguí! (No hay como mostrarse complaciente para lograr lo que uno quiere) ¿Vamos?
- Hola, Douce. Ya sé que me miras con unos ojos que están diciendo: “¿Y por qué no nos damos un garbeo, señor Lector?” No te preocupes, saldremos. Te recuerdo, querida, que hace media hora hemos salido. Has aprovechado para oler la hierba regada por la leve lluvia que ha caído, después de estos días de calor africano. Dentro de poco daremos otro paseo, más largo, para que puedas olisquear tus rincones favoritos, puedas sentir el frescor de la calle y de paso aliviarte un poquito. Ahora estaba degustando el sabor a vida que me ha dejado ese libro que tu miras. Ya sé que tú no necesitas leer porque haces a diario lo que en él se cuenta: ‘All that matters’, “Lo que de verdad interesa”.- Pues sí, en cado momento hago lo que me interesa. No me pierdo en recuerdos, ni me preocupo qué haré mañana, o dentro de quince días. Vivo cada momento: descanso, duermo, juego, me revuelco por el suelo, como, me siento a tu lado…
- Me gusta cuando me miras con esos ojos que no se sabe si hablan o preguntan. Me serenas cuando dormitas y oigo tu respirar tranquilo. Disfruto cuando me retas, corres, das vueltas, vas, vienes, para que te quite la pelota que has sacado de un rincón. Admiro tu fidelidad, tu buen conformar. Jamás he visto un mohín de desdén, de desafecto o de protesta.
- ¿Y por qué me dices todas esas cosas, que ya sé?
- Te lo decía porque hacía algunas ‘comparanzas’ que no vienen al caso que te cuente. Quería compartir contigo el buen sabor que me ha dejado la lectura de este libro que ha tenido ‘enganchado’ estos tres días, mientras descansaba mi hombro. Hacía algún tiempo que un libro no me ‘atrapaba’ de esta manera. No sé qué hubiera dado por charlar con una abuela como la del libro de Goldstein. Desgraciadamente no tuve tiempo de disfrutar de mis abuelas, murieron cuando yo tenía dos y cuatro años.
- ¿Es eso lo que querías contarme? ¿Y si hablamos del paseo?
- De momento es todo lo que me apetecía decirte, ‘desinteresada’. ¡Hala, prepárate, que nos vamos de paseo!
- ¡Por fin, lo conseguí! (No hay como mostrarse complaciente para lograr lo que uno quiere) ¿Vamos?
Comentarios
Bon week end!