Un pueblo que sigue esperando

UNA PÁGINA NEGRA DE NUESTRA HISTORIA

Esta es la historia de un pueblo abandonado y expoliado que lleva esperando más de treinta y tres años la vuelta a su casa, de donde fueron expulsados.España tiene un deuda con ellos que los diferentes gobiernos han preferido no afrontar. Desde Adolfo Suárez hasta Rodríguez Zapatero, pasando por Calvo Sotelo, Felipe González, José Mª Aznar, han optado por mirar para otro lado, para no ofender a los 'hermanos' Mohamed de turno.

Nunca nos cansaremos de recordar su historia, por olvidadizos que seamos. Alguien que conoce las condiciones en que viven estas personas, me ha enviado esta presentación.No está mal que asumamos la parte de responsabilidad que nos corresponda.

Comentarios

M. Luz ha dicho que…
A nuestros gobernantes, esa panda de sinvergüenzas, se les llena la boca con consignas del tipo "integración", "respeto a lo diferente" aunque eso suponga no respetar a lo propio y la ocurrencia estrella: "alianza de civilizaciones".
Nuestra Vice Vogue recorre el mundo, vestida de Domínguez o Prada, repartiendo dinero a espuertas en proyectos de dudosa viabilidad, que le sirven para hacerse la foto y justificar sus vacaciones pagadas.
¿Por qué tanto respeto, por no decir miedo, a Marruecos? ¿Qué le debe España al estado norteafricano para perder la dignidad, año tras año, a costa de un pueblo al que todos parecen querer eliminar de la faz de la tierra?
Nuestros políticos son indignos de gobernarnos, si no son capaces de arreglar esta vergüenza. Y nosotros seremos tan indignos como ellos si consentimos que esta situación se perpetúe, con nuestro silencio cómplice, con nuestras conciencias anestesiadas.
¿Dónde se les perdió a algunos la memoria de la Historia? ¿Hay que esperar a que se perpetre el genocidio de este pueblo que, a pesar de tanto sufrimiento, se considera español (es español) para poder aplicarles la Ley de Memoria Histórica?

Disculpadme por ocupar tanto espacio, queridos isleños, pero es que me he lanzado y no podía parar :)

Besos a los dos
Julio ha dicho que…
No hay nada que disculpar, M.Luz, al contrario, es de agradecer.No por nosotros, sino por esos miles de personas que están sobreviviendo en circunstancias de miseria.

Ellos sí son los que mantienen lo más importante: su propia dignidad, cosa que parece que a nuestros gobernantes no les importa ni un pito.

¿Dónde están las bellas promesas, las palabras vacías?

Gracias, en nombre suyo. Se lo comunicaré a la persona que me envió esta 'Historia' para decírselo a los que siguen en los campamentos y a los que están aquí, muy cerca, ganándose la vida muy dignamente y sirviendo de muestra de cómo es este pueblo.
María ha dicho que…
¡hola Julio y compañía!

Tienes razón, los Españoles somos muy olvidadizos cuando nos interesa. Como todos los países colonizadores, cogemos los que nos interesa, cuando nos interesa y después del espolio, abandonamos al pueblo a su suerte. Conozco muchas familias que se traen niños Saharauis a pasar el verano, son niños con una necesidad de cariño infinita, bueno de eso y de todo. recuerdo que una amiga me contaba que la primera noche que pasó uno de estos niños en su casa, se puso malísimo, porque se pasó la noche vaciando la nevera, por si al día siguiente no había comida...
Bueno, también os cuento cambiando de tema que ya he colgado el segundo capítulo de nuestro viaje, espero que os guste.
Un besazo muy gordo y buen finde.


P.D. ¿Qué tal sigue ese hombro?
Tú sigue nadando, y tú Douce "a estilo perro" a hacer largos también a su lado ¿vale?
Douce ha dicho que…
Hola, María

Ya he visto que sigues con tu singladura.

Mi papá está escuchando las historias de Albino y enterándose de muchas cosas.

Su hombro está mejor y dispuesto a bucear un poco si es necesario. Yo trataré de echarle una pata , si hace falta.

Guauus cariñosos et Bon Voyage!
M. Luz ha dicho que…
Yo también conozco a algunos de estos niños, pero no es cariño lo que necesitan. Antes al contrario, les sobra tanto que cuando vienen lo esparcen a su alrededor.
Lo que necesitan es, ante todo, el reconocimiento internacional de su propia identidad como pueblo, que se les devuelvan sus territorios, que España ejerza el papel que le corresponde en lo que debería haber sido un proceso natural de descolonización, y un montón de medios materiales que, a pesar de la solidaridad de mucha gente, no les llega debido a la cobardía de unos y a la rapiña de otros muchos.
Necesitan agua, zapatos, gafas, libros y cuadernos para las escuelas, medicinas, ¡qué se yo!
Pero todo eso seguirá siendo una limosna, hasta que alguien (¿qué tal el moderno mesías Obama?), les devuelva los derechos arrebatados.

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