Douce y la mirada fotográfica

By DOUCE
Una de las muchas envidias que acosan a mi papá, entre otras, es la naturalidad con que algunas personas, artística y técnicamente, saben ver, escoger, retener, cualquier instante único de la vida. Hay quienes prefieren la expresión de un personaje, otros un paisaje al amanecer o al atardecer, una escena cotidiana, el cáliz de una flor, la sonrisa de un niño, la vida entera marcada en las arrugas de una anciana… ¡Hay tantos instantes que inmortalizar! Detener el tiempo, dejarlo plasmado, transgrediendo su fugacidad y hacerlo con arte, no es un don otorgado a todo el mundo.

Saber ver y dominar el arte de sorprender el instante, requiere sensibilidad y técnica. Mi papá no carece de sensibilidad para ’ver’, pero echa muchísimo de menos saber dominar el arte de manejar la cámara. Por eso, cuando hoy un amigo suyo le ha invitado a ver algunas de sus fotos, ha sentido no sabe si una sana o insana envidia. ¿Existe la envidia sana? Es una pregunta que me hago como perrita filosófica, a veces. El ‘a veces’ se refiere a ‘mi filosofía’, no a la frecuencia con que me interrogo.

En resumidas cuentas, lo que trato es de obedecer a mi papá que me ha encargado que presente algunas de esas fotos, de su amigo Amaro e indique las direcciones para los que quieran disfrutar de alguno de sus álbumes. Y eso es lo que hago, que estos días de invalidez no me deja descansar como yo suelo. ¡Dios mío, que papá más nervioso me ha tocado!




Comentarios

Sylvia Otero ha dicho que…
Gracias por compartir las fotos. Son excelentes.

La que más me gusta, la primera de las tres que pusiste al final. La del mar, las rocas y el reflejo del sol. Pero me gustan todas, la de la chica y la rosa, la del niño. Hay algunas que parecen cuadros impresionistas. Muy buenas.

Yo también tengo envidia sana de los que tienen esa visión especial, pero creo que si nos empeñamos un poco todos podemos lograrlo en cierta medida.

Beso,
Julio ha dicho que…
Hola, Sylvia

Cada vez me fijo más en los que lo hacen bien y siempre aprendo algo: la elección del tema, la perspectiva, la composición, el juego de luces, los contrastes, y otras cosas que ni siquiera ser cómo llamarlas.

Sé que me falta conocer mejor las posibilidades de mi cámara. Después de varias pérdidas sucesivas, he comprado una mejor, sin llegar a esas supercámaras profesionales, el presupuesto no me da para tanto. Pero poco a poco, buscaré a alguien que me enseñe un poco más sobre los ‘secretos’ de la cámara.

Ahora que de nuevo voy a ir poco a poco recuperando mi hombro, trataré de seguir aprendiendo. Después de todo no somos tan malos alumnos ¿No es cierto?

Cuídate. Besos

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