Llamando al 902

No sé si se habrán dado cuenta los posibles visitantes de esta isla que el Náufrago es un poco, bastante masoquista. Se diría que a veces disfruta haciéndose daño. Esta mañana que había alcanzado un nivel aceptable de tranquilidad, de repente le vino a la cabeza la idea de cómo podría ponerse de los nervios. Enseguida encontró la solución, porque para estas cuestiones es todo un genio. Se preguntó: ¿Y por qué no llamar a un 902? Sabía que no fallaría.

Y así fue. Como tenía que hacer una consulta sobre su televisor TDT, llamó a la tienda donde lo había comprado. Después de buscar por Internet un teléfono de información, encontró un 902.100.XXX. Como siempre empezaron las propuestas de rigor: si quiere hablar con el Jefe que no está, pulse 1; si necesita remedio para su dolor de barriga, pulse 2; si desea una coca cola fría o del tiempo: diga su elección… ¡FRÍA! ‘No he entendido su opción’, repita:( ‘que vaya a tomar por culo’), Perdón, no he entendido: ¿desea hablar con su muda madre? Le paso con un operador. …/… / musical o lo que sea… /…/…. / “En estos momentos todos nuestros operadores están ocupados. Perdone la espera” Grrrr!! Bufff!!! ####!!!... Y luego unos pitidos: tic. tic. tic tic…

Han pasado por lo menos diez minutos…Como comprenderán el nivel de adrenalina, bilirrubina, y demás ‘inas ’y ‘ones’ ha alcanzado niveles notables. Es entonces cuando decide trasladarse directamente al PCCITY correspondiente, se ahorrará tiempo, dinero y sobre todo litros de malos ácidos lácticos. Durante el camino va echando pestes del ‘progreso’, de las malditas tecnologías, de las voces sordas metalizadas. Siente un odio irrefrenable por estos aparatos de incomunicación y no sabe si tirarlo por la ventana o directamente a la cara del inventor de este sacaperras y generador de mala leche.

(NOTA:Como verán, mi papá, está hoy inaguantable. Voy a ver si logro calmarlo un poco, porque yo soy el mejor relajante que existe. No le hagan caso, enseguida se le pasará. Le conozco. DOUCE)

Comentarios

María ha dicho que…
¡¡Hola Contramaestre y Douce!!

Creo que he llegado en un momento perfecto, para relajar vuestros nervios , mientras respiráis aire puro en alta mar...¿A quien se le ocurre llamar a esos odiosos teléfonos? es verdad, un poquito masoquistas si que sois ¿eh?
Bueno, si os sirve de consuelo, yo hace tiempo que me he dado cuenta que la tecnología y yo nos repelemos.
Jamás uso el teléfono móvil, debo ser la única marciana que me resisto, aun cuando en mi casa hay hasta 5 móviles. Yo recibo tantas llamadas en el despacho que cuando salgo a la calle, me niego a seguir oyendo pitidos y a hablar a voces...
Bueno, os espero en cubierta...¡ah! se me olvidaba, mejor hoy tomaros un par de biodraminas ...Y practica con el sextante...je,je.
Un besazo para ti, julio y un besito para ti Douce.
Douce ha dicho que…
Hola, María

Gracias por traer un poco de paz y viento fresco de alta mar. Henchiremos nuestros pechos (bueno, yo como perrita, tengo varios) y disfrutaremos de la mar en calma.

Mi papá tampoco es demasiaso 'movible' y sólo por necesidad rrecurre a los novecientos y pico. Huye, como mis amigos los gatos, del agua fría, bueno yo también huyo, pero a veces no le queda más remedio. Cuando lo hace ya sabe a qué se expone.

Gracias por tu visita y diré a mi papá lo de sextante, septante, octante y lo que haga falta, para que la nave llegue a buen puerto.

¡Feliz singaldura! Besos de mi papá y míos.

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