Hola julio y Douce, Mientras te escribo, estoy escuchando la preciosa canción francesa que teneis en el otro post. A mi el francés es que me encanta, a pesar de que no entiendo pero nada de nada, suena como si te acariciaran dentro del oido...Recuerdo hace unos cuatro años que estuvimos con los niños en Disneiland Paris, y se reían de mi cuando me sentaba en las escaleras del hotelazo donde estuvimos, solo para escuhar como hablaba la gente. Como me enrollo tanto ya es la segunda vez que la pongo. Bueno, simpáticos los dibujitos de Quino, yo antes era una forofa de Mafalda, ahora porque no tengo tiempo, que sino.... Bueno, chicos, que MIL GRACIAS por vuestra visita, me hizo mucha ilusión...Ya me inventaré otras baralladas y os enrolo de nuevo. Y tú tranqui Julio, lo bueno de esto es que si sabes, bien y sino también. Un besazo para los dos.
Sabrás, y si no, te lo digo: mi papá me bautizó con el nombre de Douce. Desde el primer día que mis 'hermanos' me sacaron de aquel sitio donde me habían dejado abandonada y me trajeron a esta casa, encontraron, bueno lo encontró mi papá, que el mejor nombre que me convenía era el de DOUCE ( Dulce). Y es que mi papá, por razones de su anterior 'oficio' era un poquito 'afrancesado', en el sentido menos peyorativo del adjetivo.
Me gustó la idea de que me invitaras a tu barco 'viento en popa a toda vela'. No olvides que siendo mitad 'perra de aguas', se supone que debería gustarme el agua.
Dice mi papá que la metáfora de la 'navegación' es una buena imagen de lo que es la vida y más la de un blog. A él, más que el nombre de 'blog', el muy cursi prefiere el nombre de 'bitacóra'. Al fin y al cabo se parece a la ' bitácora de bordo', donde uno va apuntando las peripecias de la travesía.
(Bueno, quita esta última parte, porque me la ha soplado mi papá, y por eso resulta un tanto cursi)
Ya me dirás cuando zarpamos de nuevo a eso de dedicarnos a cazar 'corsarios'... Pero no me pises:-)
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Mientras te escribo, estoy escuchando la preciosa canción francesa que teneis en el otro post. A mi el francés es que me encanta, a pesar de que no entiendo pero nada de nada, suena como si te acariciaran dentro del oido...Recuerdo hace unos cuatro años que estuvimos con los niños en Disneiland Paris, y se reían de mi cuando me sentaba en las escaleras del hotelazo donde estuvimos, solo para escuhar como hablaba la gente. Como me enrollo tanto ya es la segunda vez que la pongo.
Bueno, simpáticos los dibujitos de Quino, yo antes era una forofa de Mafalda, ahora porque no tengo tiempo, que sino....
Bueno, chicos, que MIL GRACIAS por vuestra visita,
me hizo mucha ilusión...Ya me inventaré otras baralladas y os enrolo de nuevo. Y tú tranqui Julio, lo bueno de esto es que si sabes, bien y sino también.
Un besazo para los dos.
Sabrás, y si no, te lo digo: mi papá me bautizó con el nombre de Douce. Desde el primer día que mis 'hermanos' me sacaron de aquel sitio donde me habían dejado abandonada y me trajeron a esta casa, encontraron, bueno lo encontró mi papá, que el mejor nombre que me convenía era el de DOUCE ( Dulce). Y es que mi papá, por razones de su anterior 'oficio' era un poquito 'afrancesado', en el sentido menos peyorativo del adjetivo.
Me gustó la idea de que me invitaras a tu barco 'viento en popa a toda vela'. No olvides que siendo mitad 'perra de aguas', se supone que debería gustarme el agua.
Dice mi papá que la metáfora de la 'navegación' es una buena imagen de lo que es la vida y más la de un blog. A él, más que el nombre de 'blog', el muy cursi prefiere el nombre de 'bitacóra'. Al fin y al cabo se parece a la ' bitácora de bordo', donde uno va apuntando las peripecias de la travesía.
(Bueno, quita esta última parte, porque me la ha soplado mi papá, y por eso resulta un tanto cursi)
Ya me dirás cuando zarpamos de nuevo a eso de dedicarnos a cazar 'corsarios'... Pero no me pises:-)
Guauus cariñosos
Un saludo a los dos desde tierras gallegas. Aunque no me prodigue mucho últimamente, me sigo acordando de vosotros.
Felices días, Náufrago y Douce.
No siempre se dispone del tiempo suficiente para dedicarnos a nuestras 'aficiones'. Cuestión de obligaciones y 'devociones'.
También nosotros nos damos una vuelta por ese 'país de las últimas cosas'
Que te sea leve, querida Campurriana