Aprendiendo a aprender

SABIHONDOS Y 'APRENDIENTES'

Sucede, por circunstancias de la vida, que a Don Anfibio le toca, ora enseñar, ora ser enseñado. Circunstancia por otra parte nada extraña que a todos puede acontecernos en esta vida, salvo a algunos especímenes que nacieron ya sabidos y enseñados. Pertenecen al género de los sabihondos, a los que hay echar de comer aparte.

Esta bilocación de D. Anfibio que no es extraña a su idiosincrasia – obsérvese en lo rebuscado de su lenguaje – le ha permitido toparse, como discente, a ese tipo de alumno o alumna, en este aspecto también se da la igualdad, que se adelanta a las enseñanzas del profesor, interrumpe la explicación con sus ‘saberes’ y su dominio de la materia. El profesor que es joven y experto en esto del tratamiento de la imagen , a veces no se atreve a decir a la aventajada alumna que ya se llegará a ese punto y asiente a su adelanto, pues así se lo aconseja su educación y quizá cierto respeto a la edad de la interpelante. Y no se crea inherente al género, pero en esta circunstancia es el caso.

La cosa no tendría más importancia si no fuera porque otros ‘alumnos’, también talluditos y que peinan canas, menos aventajados en saberes que no en educación, se quedan un poco atrás a la hora de asimilar las ‘novedades’. Estos dos tipos de alumno, junto a otras variedades, se los encuentra también cuando cambia de lugar y se sube al estrado. Más de una vez siente necesidad de cortar tanta ‘sabiduría’ adelantada, con un abrupto: “Vales mucho, pero ¿por qué no te callas, que ya llegaremos?

D. Anfibio ha recordado esta tipología en el aprendizaje al ver el vídeo de este monje, consciente de su ignorancia, pero insistente en sus preguntas, cuando le tocó pasar del pergamino a la imprenta. Cosa que también nos ocurre a todos desde que el señor McLuhan se despertó una mañana y reveló su sueño: “¡Eureka! ¡La encontré! ¡He aquí ‘la Aldea Global! Y se quedó tan fresco.

Desde entonces andamos todos como el monje Ansgar de la historia: “Es esta cosa. No he sido capaz de hacer nada con este chisme en toda la mañana”.


Comentarios

Sylvia Otero ha dicho que…
Ya conocia el video. Es excelente!

Tenes razon, para mi es muy gratificante siempre tener algo que aprender.

No soporto a los sabihondos. En mi clase de griego hay uno y a veces pone a la profesora en ridiculo, cosa que a mi me produce verguenza ajena. Por suerte la profesora sabe ponerlo en su lugar inmediatamente. Justo antes de ayer se comento el tema en clase. Y no es ningun ninio. Tiene 75 aniitos ...

Le falta aprender mucho, sobre todo de educacion, como tu decis.

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