Venturas, aventuras y desventuras de un Rey.

La verdad, señor Rey, como diría alguien que lo suyo no es la gramática y nunca supo de modales, que ¡vaya temporadita que lleva!. De momento no me atrevo a tutear, aunque quizá el calor de estas confidencias hagan que apee el tratamiento que tampoco quiero que sea más elevado, porque sino, este escrito tendría un carácter protocolario que precisamente quiero, necesito, transgredir.

Hacía alusión a lo de la ‘temporadita’ que llevas – ya ves, ya me sale el tuteo – he de decirte que se te han juntado todas. Paso por alto, por ser asunto poco grato, la muerte de la hermana de Letizia que sin duda rebotó en tu ánimo por caminos interpuestos. Vinieron también las bromitas de los ‘jueves’, a los que les resulta baratísimo echar mano del facilón recurso de hacer monigotes con príncipes y princesas en actitudes ‘reales’. Creo que los 3000 euros de multa es un cheque en blanco para seguir la racha publicitaria, porque motivos no faltarán para hacer befa de la familia. Me dirás que esas cosas van incluidas ya en el sueldo y que, aunque te jodan – nunca mejor dicho- procuras darte por no enterado.

Luego, sin saber muy bien por qué, hubo algunos ‘gamberretes’ – eso dicen - que pensaron que una forma de mostrar lo mucho que les molestas para eso de construir su ‘patria’, se dedicaron hacer ‘fallas’, quemando las fotos como si fueras el ‘ninot’ de la fiesta. Quemaron hasta que se cansaron, y a los que les sienta bien que se menee el árbol monárquico para ver si cae la estaca: “Siset, que no veus l'estaca / a on estem tots lligats? / Si no podem desfer-nos-en / mai no podrem caminar!”, sonrieron y miraron para otro lado. Y es que no acabamos nunca de echar abajo las estacas a los que estamos atados.

Pero como por estos lares igual que aparecen las cosas, con la misma ‘causalidad’ desaparecen, la moda republicana duró algunos días, a la espera de cualquier otra ocasión que haya que distraer la atención del personal.

De pronto, parece que te indicaron: “¿Y por qué no nos damos un baño de multitudes abanderadas paseando los oropeles monárquicos por las ‘plazas’ españolas en territorios del ‘hermano’?”. Supongo que nadie te indicó por qué ‘tocaba’ ahora, tocarle un poco las pelotas al ‘hermano’, pero ‘si hace falta ir, se va’.Malditas las ganas que tenías de darte ese paseo o ese baño, imagino. Pero eso también forma parte del contrato: saludar y despertar las emociones patrias y llenar aquellas tierras de banderas que no están demasiado bien vistas por tierras más cercanas. No habías terminado de secarte de ese baño y, ¡hala!, “Sofía , hazme las maletas que me marcho para las américas”.

- Así es, como dices.Total que llegé allí y pensé que estaba en la Indias, al ver los dardos que me lanzaban los nuevos ‘indios’. Me froté muy bien los ojos, palpéme, pellizquéme, por ver si era yo, Juan Carlos, o era el mismo Carlos I , los Felipe II o sus obispos y soldados. Tuve la sensación de haber retrocedido quinientos años…

Lo vi, lo vi en la tele. Lo ha visto todo el mundo, porque tu “porquenotecallas” has dado la ‘vuelta al mundo’, muchísimo más deprisa que aquel Sebastián Elcano con su Victoria y sus 17 marineros, vascos, andaluces, santanderinos, portugueses e italianos. El zafarrancho que se ha montado va a durar un ratito, porque hay mucho espabilao por ahí suelto que saca provecho el ‘dale leña al mono que es de goma’, y mientras se dirigen las miradas a los causantes de todos sus males seculares distraen al personal de sus propias ‘cruzadas’.

Y ahora vuelves, tratando de descansar un poco de tanto ajetreo, y te toca lo de tu hija y de tu yerno. Lo que les faltaba a la prensa rosa, amarilla, roja y roja y gualda. No hace falta que me digas cuán harto te encuentras de tanta ‘monarquía’ de representación y escaparate. Me atrevería a pensar que en estos momentos desearías ser el primer republicano de este infeliz reino de teatro.

Comentarios

Entradas populares