Lección de ciudadanía

Entró el maestro, don Alfredo, en el aula con su despejada calva, su barba_cana y cara de pocos amigos. Las ojeras le llegaban hasta el calcáneo. No era día de talante, si acaso de echar mano del talento para castigar a Marianín.

- "!Alumno, Rajoy, pase a la pizarra!, gritó con la autoridad que concede la docencia. Y ahora, escriba 100 veces, con la mejor letra que tenga, gótica, inglesa o redondilla, esta frase:"No ha sido ETA", "No ha sido ETA"... Es una orden, y es un castigo, por mentiroso".

Marianín, el alumno Rajoy, abrió dos grandes ojos de sorpresa que casi llenaban todo la redondez de sus gafas de miope. Despegó con calma su culo del asiento y con parsimonia gallega, cogió la tiza, y ante la expectación de los compañeros de clases que se miraban los unos a los otros, garabateó:

• "Irak no tiene la culpa..." "Irak no tiene la culpa..." "Irak...."

- Un cortante "¡siéntese!" resonó en el aula e hizo temblar los critales. Al final, el maestro , dejó a Marianín por imposible. Y decir que tendrá que aguantarle por no se sabe cuánto tiempo... Pero, como seguía siendo maestro le dijo.

-" No te saldrás con la tuya. Durante mucho, mucho tiempo, te vas a quedar sin recreo, y no vas a rascar bola, como me llamo Alfredo, Alfredo Rubalcaba. Tú no sabes lo que sabemos y cómo nos las gastamos los 'maestros'. Te quedan aún algunas 'gal-as' a las que asistir".

Marianín farfulló en gallego algunas palabras en voz baja: "Este home non sabe con quen lla xoga. Vaise decatar quen é Mariano..."