Carta de Douce al Náufrago de esta isla
Querido Náufrago,
Mientras tú duermes, de regreso de tus andanzas, yo velo y me preocupo por ti. Habrás notado que nadie en esta casa se alegró tanto de tu vuelta como yo. Yo, Douce. Sí, tu perrita de compañía, tu pareja de hecho, tu asistenta, tu confidente, la que aguanta tus caprichos y no protesta nunca. Soy la que de verdad te quiere y hace creíble que puedas ser querido. Pero, ojo, soy yo la que te hago ‘válido’, es mi cariño el que hace que puedas cotizar en la bolsa del afecto, no eres tú. No querría parecer cursi y ser una Amaral de ‘paco y tilla’, cantándote eso de ‘sin mí, no eres nada’. Y he dicho ‘nada’, no nadie.
Has estado fuera unos días y yo he debido seguir haciendo mi vida, porque has de saber, tío presumido, que no soy yo la que necesito de ti, sino tú la que dependes de mí, de mi cariño. El día que yo dejara de quererte, no serías nadie. No porque no tengas algunas cualidades que son válidas, hasta el más miserable de los humanos, tiene alguna faceta que puede ser querida, sino porque te faltaría el cariño y la entrega de la que hace que te quieras un poco. Y esa soy yo, tu perrita, tu pareja de hecho etc. (véase supra).
Mientras tú duermes, mientras tú sueñas en no sé qué cosas, o te preocupas de alguna de tus innumerables preocupaciones, yo me he permitido ponerme ante el ordenador, tecleando con cuidado para no despertarte, para decirte que te quiero y que soy yo la que te hace capaz de querer con esa manera tan tuya. Para mejorar un poquito, deberías tomarte menos en serio. Sí, porque eres un jodío 'analizalotodo', un don perfectillo lleno de amor propio, incapaz de aceptar con normalidad tus deficiencias, y las tienes, pero tú jodío orgullo no las admite.
Bueno, querido don perfectillo, aprende a aceptar que eres hombre, sólo hombre, o si quieres, te encuaresmo y te lo digo en latín, porque yo sé latín: “polvus eris et in polvus reverteris” ( y no hablo de otros ‘polvos’, listillo)
Agur, seguiremos en contacto.
Tu amante, tu confidente, tu perra amiga. DOUCE

Has estado fuera unos días y yo he debido seguir haciendo mi vida, porque has de saber, tío presumido, que no soy yo la que necesito de ti, sino tú la que dependes de mí, de mi cariño. El día que yo dejara de quererte, no serías nadie. No porque no tengas algunas cualidades que son válidas, hasta el más miserable de los humanos, tiene alguna faceta que puede ser querida, sino porque te faltaría el cariño y la entrega de la que hace que te quieras un poco. Y esa soy yo, tu perrita, tu pareja de hecho etc. (véase supra).
Mientras tú duermes, mientras tú sueñas en no sé qué cosas, o te preocupas de alguna de tus innumerables preocupaciones, yo me he permitido ponerme ante el ordenador, tecleando con cuidado para no despertarte, para decirte que te quiero y que soy yo la que te hace capaz de querer con esa manera tan tuya. Para mejorar un poquito, deberías tomarte menos en serio. Sí, porque eres un jodío 'analizalotodo', un don perfectillo lleno de amor propio, incapaz de aceptar con normalidad tus deficiencias, y las tienes, pero tú jodío orgullo no las admite.
Bueno, querido don perfectillo, aprende a aceptar que eres hombre, sólo hombre, o si quieres, te encuaresmo y te lo digo en latín, porque yo sé latín: “polvus eris et in polvus reverteris” ( y no hablo de otros ‘polvos’, listillo)
Agur, seguiremos en contacto.
Tu amante, tu confidente, tu perra amiga. DOUCE
Nota: (esta nota se autodestruirá después de ser leída)
Comentarios
Y por favor, que no se autodestruya esa carta :)
Un saludo afectuoso desde Málaga,
Escribe de vez en cuando, y por supuesto el Náufrago le corresponde, ya sea en forma de regalos o en 'especies' de cariño y arrumacos varios, cosa que le gustan mucho a Douce.
Douce y el Náufrago corresponden a tu saludo malagueño
Mil besos