El Juez "padrazo"

DE DERECHOS Y DEBERES

A esta isla que aunque procura mantenerse algo alejada, no por eso está incomunicada, llegan olas de algunas cosas que ocurren por el mundo. Ayer, sin ir más lejos, llegó al buzón que Douce ha colgado en un cocotero, un vídeo que no era ni del PP y del PSOE a los que por lo visto les ha dado por repartir propaganda barata en pequeñas dosis audiovisuales, con las que tienen entretenido al personal. Perdidos en las cifras, los dibujos y de las estadísticas que manejan barriendo para casa, nada dicen sobre la realidad que tenemos más cercana.

Tenía referencias de un Juez, bastante 'peculiar' para lo que se estila, que ha hecho de su profesión toda una pedagogía para aprendices de delincuentes. Sus particulares 'sentencias educativas', su forma de ser, su filosofía de la vida, está logrando 'reeducaciones' que van mucho más allá que las esperadas por cualquier código civil o penal.

Se llama, seguramente lo conocerán, Emilio Calatayud, y es juez de Menores en un pueblo de Granada. Sabe llegar a los chicos y sabe dar lecciones a los mayores que en esto de la educación de nuestros hijos hemos ido a bandazos. Para evitar las consecuencias 'negativas' de una educación en la que, a las dificultades económicas, había que añadir el " tú te callas", " porque me da la gana" y el "aquí se hace lo que yo digo", nos hemos ido al otro lado de la banda. Ahora los niños no carecen de nada, no se les debe 'traumatizar' con reprimendas ni castigos, todo es tolerable, todos son derechos y la palabra 'deber' ha sido borrada del vocabulario educativo. Si deberes hay, corresponden a los encargados de educar, los derechos son de los otros. Como decía la vieja canción: "las penas son de nosotros, las vaquillas son ajenas".

Emilio Calatayud , con gracejo 'granaíno', recuerda que los Derechos del Niño o del joven, todos, no han anulado sin embargo el artículo 155 del Código Civil, aun vigente, y que parece no ser conocido por muchos jóvenes, en muchos hogares:

Artículo 155:
Los hijos deben:

1. Obedecer a sus padres mientras permanezcan bajo su potestad, y respetarles siempre.


2. Contribuir equitativamente, según sus posibilidades, al levantamiento de las cargas de la familia mientras convivan con ella.

Su práctica de más de 20 años dictando sentencias y el haber tratado a más de 10.000 jóvenes, le permite redactar este "NO Decálogo" que deberíamos tener en cuenta todos los que debemos educar a niños y jóvenes:

• 1: Comience desde la infancia dando a su hijo todo lo que pida. Así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.
• 2: No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.
• 3: Cuando diga palabrotas, ríaselas. Esto lo animará a hacer cosas más graciosas.
• 4: No le regañe ni le diga que está mal algo de lo que hace. Podría crearle complejos de culpabilidad.
• 5: Recoja todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes. Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.
• 6: Déjele leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos estén esterilizados, pero no de que su mente se llene de basura.
• 7: Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño, así a él no le dolerá demasiado el día en que la familia, quizá por su propia conducta, quede destrozada para siempre.
• 8: Dele todo el dinero que quiera gastar. No vaya a sospechar que para disponer del mismo es necesario trabajar.
• 9: Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle frustraciones.
• 10: Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus profesores y vecinos. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que de verdad quieren fastidiarlo.»

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