"Encima las montañas tengo un nido..."

MI CASITA DE PAPEL

La verdad, que a estas alturas de la era del talante y del progreso, un Náufrago de cocotero y tabarrabos vengan a recordar la “Casita de papel”, de don Luis Sancho Monleón (de nombre artístico, Jorge Sepúlveda ) suena, por decirlo de forma suave, bastante carca, obsoleto y hasta marciano. Una prueba más de que el Náufrago no está nada actualizado y no se ha enterado todavía de que ‘Estepaís’, aunque con problemas nimios, vuela a velocidad AVE.

Tan anclado está en el pasado que no se había enterado de que aquel ‘nidito de papel’ de ‘encima las montañas’, es hoy una maravillosa realidad y no una canción cursi. Con una simple mirada a una página web titulada "Vivienda joven" ha podido comprobar lo equivocado que estaba. No se trata de ninguna casita de papel, cerca del cielo. Se trata del cielo mismo, y no aquella melíflua tontería con lo que los propagandistas de aquella España de racionamiento y de chabolas, pretendían edulcorar una ingrata, traicionera y zarrapastrosa realidad.

Los niditos de hogaño, sí son verdaderos paraísos. En ellos hay geishas que nos abrazan mientras tratamos de enroscar el casquillo de las bombillas. Podemos degustar una pizza, cuatroestaciones / dos amores, sentados en el suelo, sentados al lado de una hermosa trabajadora rubia o compartimos un bol de arroz con palillos de cara a la caja tonta. Nuestro cielo de hoy está en una terraza desde donde dominamos el atardecer de la ciudad, mientras regamos las flores. El cielo es una cebolla de ducha disparando chorros de alegría o un colchón que sube las escaleras en manos de jovencitas risueñas que acaban de terminar de trabajar en cualquier supermercado o pescadería.

Y que a pesar de tanto cielo en esta tierra, siga habiendo gente que se queja de que no llega a fin de mes, que no para de currar y que cuando llega a casa lo que busca es una cama, o en su defecto, que le pongan en la tele algo que le adormezca para siempre… Que está baldao, harto de aguantar al jefe que se pasa el día dan órdenes, que necesita dos horas para llegar al curro, que está de metros, autobuses y tranvías hasta el moño, que hoy mismo le han dicho que ya no lo necesitan…

Todos estos habitantes de la ‘otra España’ debieran pasarse por “Vivienda joven”, para ver si así se dan cuenta de cómo puede ser su vida y no vivir tan amargaos como viven. Y es que la gente no mira bien los ‘anuncios’ y la publicidad gubernamental. Ahora, “si trabajas y tienes entre 22 y 30años, será más fácil vivir por tu cuenta. Tendrás nuevas ayudas y si haces un nuevo contrato te prestan 600 euros para pagar la fianza y 120 más para el coste financiero de un aval…” Item más, tendrás chicas japonesas con quien compartir el piso, o en su defecto una rubia, sueca o española teñida, para compartir tus pizzas ‘postlaborales’. Tu vecinita de enfrente te podrá enchufar con la cebolla de su ducha en plan provocativo, o si eres del género bucólico y tranquilo, dispondrás de una terracita donde cultivar ‘tu jardín’ en plan sedativo.

Querida jovencita, querido jovencito, vives en un país que piensa en ti. No lo olvides nunca.





Encima las montañas tengo un nido
que nunca ha visto nadie como es,
está tan cerca el cielo que parece
que ha sido construida dentro de él.

Encima las montañas viviremos
el día que tú aprendas a querer,
y así podrás saber como es el cielo,
viviendo en mi casita de papel.

Que felices seremos los dos
y que dulces los besos serán.
Pasaremos la noche en la luna,
viviendo en mi casita de papel.
De papel, de papel,
Oli-ali-yu-uuuh.

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