'Nessum dorma' o el milagro de la emoción

By DOUCE, la reportera más dicharachera

Mi papá me ha encargado que sea yo la que hable de este hermoso regalo que le ha llegado hoy. Me ha rogado que sea yo la comentarista porque él es algo patoso para expresar eso de las emociones. Al pobre le falta la espontaneidad que yo tengo en eso de la expresión emocional. Además le da vergüenza confesar que las lágrimas han estado a punto de salir cuando ha visto la transformación que ha logrado este vendedor de teléfonos móviles, cuando ha cantado el “Nessum dorma” ( que nadie duerma) de Puccini.

Les cuento lo que como ‘periodista de investigación’ (miren como se me hincha mi vena) he averiguado. Se llama Paul Potts, de profesión vendedor de teléfonos móviles, y cantante de ópera aficionado. Este año los ingleses de la cadena ITV1 quisieron probar esto de la Operación Triunfo, sólo que ellos, como son muy hijos de la Gran Bretaña lo llamaron “Britain's Got Talent” porque piensan que así farda más.

Vayamos al grano, a lo emocionante. En el jurado se hallaban una guapa actriz, inglesa por supuesto, llamada Amanda Holden, pero no de los Holden que ustedes conocen que son americanos, sino de los Holden de Hampshire . Con ella formaban el jurado, Simon Cowell, un guapito muy metido en eso de la música y de la producción musical y el periodista Piers Morgan que trabajó en varios tabloides británicos como el “Daily Mirror” y ahora dirige el “First News”, un periódico para niños. Ante ellos se presentó Paul Potts “un chico tímido y humilde con un gran talento" como lo definiría el jefe del jurado.

Nada en él, en su físico, en su atuendo, en su sencilla forma de hablar hacía presagiar lo que iba a hacer con su voz y su sentimiento. Tan sólo necesitó entonar las primeras notas del “Nessun dorma” del Tourandot de Puccini para que todos aquellos rostros fueran cambiando, iluminándose, emocionándose, tratando de contener la emoción que aquel joven debutante despertaba. Las cámaras iban desde el rostro iluminado de Amanda, al gesto incrédulo de Morgan o al intentar de mantener el tipo de Crowel. El público que al principio le había mirado con cierta incredulidad, fue transformándose poco a poco. Los dedos subían a los rostros tratando de borrar alguna lágrima. Era una vibración general a medida que Paul cantaba aquello de: “Ma il mio mistero è chiuso in me, / Il nome mio nessun saprà!, no, no/ Sulla tua bocca lo dirò fremente!...”

Lo que no cuenta mi papá es que él también se iba contagiando de aquella emoción que se le metía por dentro sin querer y que se emocionaba oyendo y viendo las reacciones que aquella voz llena de sentimiento provocaba.

Aquí acaba mi crónica. No dirán que no me la he currado. Creo, que a partir de ahora voy a tratar de hacerme algún hueco en cualquier tertulia de esas en que los y las periodistas entran como divos en el plató, con sus carpetas de apuntes bajo el brazo, llenos de suficiencia y vanidad. Creo que yo lo haría más sencillamente, iría siempre con la misma vestimenta, la mía, no necesitaría cruzar y descruzar las piernas, ni atusarme la melena o el flequillo. Sería una reportera sencilla, entrañable y nada chismosa. ( A ver si así, alguien me ficha)



-Il principe ignoto:

Nessun dorma! Nessun dorma!
Tu pure, o Principessa,
Nella tua fredda stanza
Guardi le stelle
Che tremano d'amore e di speranza.
Ma il mio mistero è chiuso in me,
Il nome mio nessun saprà!, no, no
Sulla tua bocca lo dirò fremente!...
Quando la luce splenderà!)
Solo quando la luce splenderà,
No,no,Sulla tua bocca lo dirò)
Ed il mio bacio scioglierà il silenzio
Che ti fa mia!...

-Voci di donne

Il nome suo nessun saprà...
E noi dovremo, ahimè, morir, morir!...

-Il principe ignoto

Dilegua, o notte!... Tramontate, stelle!
Tramontate, stelle!...
All'alba vincerò!
vincerò! vincerò!

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