La otra mirada

CON OJOS NUEVOS

Este Náufrago, como tantos otros, nació en una época muy especial. Tanto en su casa, como en todo el mundo que le rodeaba, educación, costumbres, ambiente, religión, política, estaba saturado de normas, prohibiciones, amenazas, severidad, controles, falta de libertades... Un ambiente asfixiante del que era víctima, como todos los que le rodeaban, pero del que no era consciente, sólo paciente, porque no tenía nada con quien contrastarlo. La propia familia, la escuela, la sociedad, la rigidez, hasta la misma miseria material, no era el mejor ambiente para crecer sano interior y exteriormente. Quizá sólo había un ámbito en el que poder solazarse, sentirse libre, alegre, feliz, entre tanta oscuridad. Era el mundo del juego de mil formas, de los amigos, del olvido de todo lo que les rodeaba. No eran pocas las horas vividas en la calle, los parques o las plazuelas. Pero no es el momento de pasar revista al tiempo pasado, aunque sí es provechoso tomar conciencia de dónde venimos y cuáles son nuestros cimientos.

Poco a poco la vida le ha mostrado otros horizontes, otras maneras de pensar, de dudar, de analizar, de tratar de encontrar el propio camino, entre las diferentes 'filosofías' de la vida... Hubo muchas deficiencias pero de entre esas oscuridades había valores que podrían seguir siendo válidos. Se apartó de los ritos, de los 'mandamientos', de ciertas prohibiciones, de no comprender la saturación de consignas y amenazas. Pero hay marcas profundas que no se viven en vano y no es mejor mucho de lo que ahora se vende. Entre la religión angustiosa y agobiante, y la ausencia de valores u otros sustitutos, sólo queda el camino que uno se trace personalmente, entre tropiezos y adelantos. A pesar de todo, el Náufrago no se ha mostrado feroz y renegado de lo que ha recibido. Deja que cada cual haga libremente, en la medida que cada cual se sienta libre, poder escoger el camino que crea que es el suyo. En este país en que vamos de las 'normas' al 'no se sabe' por dónde tirar, son normales las descalificaciones, las acusaciones, la oposición y la revancha.

Todo este preámbulo viene a cuento de algo que llegó ayer a la isla. En uno de esos 'pepeeses', se hablaba de la muerte de Jesús de Nazaret. No está de moda mencionar este nombre y hasta es suficiente para que surja la 'reacción'. El Náufrago no ha asistido a ninguna de las ceremonias que tienen lugar en esta Semana, pero eso no obsta que al releer ese episodio miles de veces oído desde pequeño, tanto, que mezclado con centenares de ritos, admoniciones, condenas y salvaciones lograban despojar a los hechos su propia realidad. Ayer, después de varios años pudo 'sentir' lo que esta muerte pudo ser simplemente desde el punto vista humano. La muerte más vergonzosa y cruel de la época por una ‘culpa’, digamos de 'libertad de pensamiento'. Es cruel ser azotado, cargar con un madero, mientras gentes observan el desfile. Llegado al lugar del tormento, fijar las muñecas con clavos de 13 a 18 centímetros a un tablón de madera, romper tendones, cargar todo el peso sobre los pies también agujereados. Durante tres horas de agonía ir perdiendo más de los tres litros y medio de sangre. Morir con un desesperado: "¿por qué me has abandonado?", sólo, sin sus amigos, es algo que con creencias o no, no deja de emocionar aunque se tengan otras dudas. Eso es lo que quería manifestar el Náufrago. Si sentimos otras muertes, ¿por qué no pensar en ésta, aunque no acudas a la iglesia? En esta 'cultura' nos hemos criado.
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Comentarios

María ha dicho que…
Yo JULIO, soy creyente ( si no lo fuera, daría igual) y como a ti me conmueve pensar al punto que llega la vileza humana, no me gusta recrearme en los detalles terribles de la muerte de Jesús, da igual si era el hijo de Dios o un pobre hombre ¿¿¿cómo se puede ser tan cruel con un ser humano???

Realmente, yo tampoco participo de ninguna de las celebraciones de estas fechas, nunca me ha gustado la Semana Santa, en general cada vez soy menos practicante, mi desencanto por la iglesia como institución está rayando la anarquía total:-)

Menso esta semana, que me han tenido en jaque a todas horas de comisaría, en cuartel y tiro porque me toca ...ha sido eso, que me ha tocado guardia esta semana, tú mira cómo sería la cosa, que esta mañana un capitán de la guardia civil me decía... -María, de esta te hacemos el traje verde-

En fin, ya sólo me queda mañana..pero ¡¡vaya, viendo lo que tienes aquí!! ¿de qué me quejo?:-)


Muchos besos para todos en la isla, espero que hayáis pasado unos días al menos tranquilos o distintos... ¡¡ya sé que vosotros sois de los de vacaciones eternas!! Mmmmmm ¡¡vaya envidia me dais!!:-)
Douce ha dicho que…
Ave, María:-)

Lo de ‘ave’ ya sabes que es un saludo, un saludo cordial… y cordial viene del ‘cuore’. Te agradezco que hayas entrado en la isla para expresar tus sentimientos. En estos tiempos que corren, por estos pagos, no es frecuente que se trate este tema desde la naturalidad y del respeto, dados como somos a ambos extremos: el de la ‘predicación’ o el del ‘ataque’. En realidad esta entrada nos la habíamos reservado para los isleños y para los que se sientan más próximos y pueden comprender mi posición que no es ningún ‘dogma’, sino un ‘camino’ siempre abierto.

Siento que te haya tocado la ‘guardia’ cuando la mayoría de la gente piensa en viajes, procesiones, playas, cambio de aires. De lo posible, a veces hacemos necesidad y nos sentimos mal si no nos apuntamos al programa establecido por los que crean esas ‘necesidades’.

Estos días se han parecido a los ‘normales’, pero procuramos que tengan sello propio. Que el capitán te haya puesto ‘verde’ no deja de ser una broma de buen gusto.

Nuestro afecto de isleños te acompaña. Ya queda menos y tendrás tu recompensa imagino

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