Dos monjas en el autobús

EN EL ‘T.U.S’

Hoy, por causas que no vienen al caso, el Náufrago ha debido abandonar su burbuja rodante y se ha impregnado de la atmósfera del servicio público. Dicho más directamente ha abandonado el aislamiento del coche y se ha mezclado con las personas que van a sus quehaceres en autobús. Le gusta mezclarse con lo que es parte de la vida cotidiana, sobre todo si no es una rutina  obligada. Entre otras muchas impresiones, del ‘bus didáctico’ ha aprendido varias lecciones

La lección se presentaba en dos pantallas instaladas en el TUS (Transportes Urbanos de Santander). Se trataba de una especie de blog visual rodante donde lo mismo aparecían imágenes de Londres, diversos eventos culturales de la ciudad, o textos literarios como ¡Oh sorpresa! Esta cita de Mateo Alemán en el “Guzmán Alfarache” del que tomó la referencia para después buscarlo en casa. Decía así:
“Hay diferencia entre buena voluntad, amistad y amor. Buena voluntad es la que puedo tener al que nunca vi ni tuve del otro conocimiento que oír sus virtudes o nobleza, o lo que pudo y bastó moverme a ello. Amistad llamamos a lo que comúnmente nos hacemos tratando y comunicando o por prendas que corren de por medio. De manera, que a la buena voluntad se dice entre ausentes y amistad entre presentes. Pero amor corre por otro camino. Ha de ser forzosamente recíproco traslación de dos almas, que cada una dellas asista más donde ama que adonde anima.”
¡No me digan que nuestro alcalde no se preocupa por nuestra cultura! A esto hay que añadir una referencia al “Día de la propiedad intelectual” del que el Náufrago no tenía referencia. Sin duda la SGAE está de enhorabuena y hará a la alcaldía alguna rebaja en las fiestas locales.

Pero entre todos los eventos ‘culturales’, hubo algo que retuvo su atención durante varios minutos. Sentadas en sendos asientos, una frente a la otra, charlaban de sus cosas, dos monjas. No le sorprendió tanto su abrigo y hábito negro, cuello blanco, velo cubriendo la cabeza que terminaba en triángulo en su espalda. Su plática parecía amena y la sonrisa brotaba entre ellas. En el autobús había mayoría de mujeres que iban a sus deberes o sus compras. Antes le había sorprendido el gesto más bien serio, y hasta un poco cansado en mucha de las caras y algunas ojeras. El contraste le sorprendió. En medio de este ambiente, se habían posado como golondrinas las dos monjas. Su rostro, sin maquillaje, parecía más sereno, más despreocupado, hablando en su lenguaje se diría ‘bendito’. ¿Sería porque no tienen que aguantar a los hijos, al marido, mirar el bolso para ver para cuánto da…? Varios pensamientos más pasaron por la mente del Náufrago. Bajaron en la misma parada, por un momento las siguió, sin bolsos de lujo, zapatos negros, absolutamente iguales. 

... Y el Náufrago siguió su camino pensando.

Comentarios

Francesca ha dicho que…
Hay un chiste muy viejo que dice que las monjas se ríen por la Gracia de Dios.
;o)
Supongo que tendrá razón en ambos sentidos que se tome. Besos.
Robín ha dicho que…
Muy graciosa, Francesca. Tienes gracia, no sé si tuya o no; pero intenta ahora traducir al francés o al inglés o al italiano el chiste este, no creo que salga.
Douce ha dicho que…
La cuestión no es si las monjas parecían más o menos felices, por la Gracia de Dios. Hay traductores:

-Par la grâce de Dieu
-By the Grace of God
-Per la grazia di Dio

Lo que intentaba el Náufrago era decir que, a su parecer, con dioses o sin ellos, las monjas del autobús daban la impresión de estar más relajadas que muchos de los viajeros.

Se trataba simplemente de una elección del Náufrago de esta isla.

Saludos.
Robín ha dicho que…
Querido náufrago, no estoy criticando . Sólo intenté hacer un chiste del chiste y eso no es nada fácil. Recuerdo que en francés "la grâce" no tiene el segundo significado de salero, o de humor que tiene en castellano. Y que yo sepa tampoco en inglés, aunque tengo la duda del italiano.
El chiste me había gustado.
Douce ha dicho que…
Anónimo, si el chiste te ha gustado, no te cortes. Estamos aquí para reír las gacias.
Robín ha dicho que…
Reír las gracias; Douce; esto es precisamente de lo que se quejaban grandes del humor como Desproges o Devos en Francia o Bélgica; que a penas salían al escenario, contaban ellos, la gente empezaba a reir, que no podían trabajar nunca en serio..Que no había ningún respeto hacia los humoristas.
Campurriana ha dicho que…
Todas las elecciones de vida tienen sus pros, sus contras...crecí rodeada de monjas y me dije a mí misma que nunca sería una de ellas. Lo tenía claro desde muy pequeñita. Quizá porque no he sido santa de sus devociones nunca...
Sylvia Otero ha dicho que…
Las monjas no tienen que preocuparse de pagar la luz, ni el teléfono, ni alquiler, la comida, no tienen que andar a las corridas trayendo y llevando a sus hijos, no tienen que pensar qué ropa ponerse o qué peinado hacerse, Están casadas con el NUMBER ONE. Por qué no me habré hecho monja!! :-)
Douce ha dicho que…
Así es como dices. Hay un montón de preocupaciones que les ahorran cantidad de disgustos.

Ahora ya es un poco tarde. Había que habérselo pensado antes:-)

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