Cioran, CIEN

UN PESIMISTA SEDUCTOR

Que en una cotidianidad donde no oímos más que Barça, Madrid, Mouriño, Villarreal, triunfos… Donde nos hablan de Chaves, de los trajes de Camps, los Eres de la Junta, de Faisanes, de Sálvames, GH, cangilones que sacan de lo más hundo del pozo mil y una miseria… Vivir en un mundo que más que vivir es sobrevivir bajo la amenaza de una espada de Damocles que unos llaman crisis y otros aseguran que ya estamos saliendo…

…En un mundo como el que sobrellevamos o nos lleva, decir Cioran es pensar en algún jugador de fútbol, algún cantante, participante de algún G.H. o marca de algún nuevo aparatito, vete tú a saber. Lo único que ha pretendido el Náufrago es recordarlo, hoy que se cumple el centenario de nacimiento de Émile Cioran nacido en la ciudad rumana de Rasinari el 8 de abril de hace 100 años. En sus escritos, este día se manifiesta infausto, el principio de su tránsito de sufrimiento. En el inconveniente de haber nacido dice: «Desde que estoy en el mundo’. Ese ‘desde’ me parece cargado de un significado tan espantoso, que se torna insoportable (...) No corremos hacia la muerte; huimos de la catástrofe del nacimiento. Nos debatimos como sobrevivientes que tratan de olvidarla». Y a partir de ahí, sus aforismos para contar de forma poética la maldad del ser humano y la falta de sentido de la existencia.

Quizá uno de los que más ‘literariamente’ haya entendido al escritor Cioran ha sido Umbral. Así lo resumía en una de sus columnas:
“Recuerdo que nos vendieron a Cioran, hace años, como una especie de Nietzsche de diseño, como un manjar no apto para golosos, como un rumano desesperado y suicida que predicaba la muerte todos los días en un francés brillante, barroco, amonedado de frases, paradojas, sentencias e ironías. A mí también me fascinó Cioran.
La tentación de existir y todo eso. Esa manera de decir las cosas del revés. Luego descubrí que Cioran escribía siempre el mismo libro de aforismos, sin preocuparse de estructurar nada, y me cansé un poco de tanta belleza, que al final estraga y hastía si no contiene más elemento trágico que el puramente retórico. Cioran decía que no a la vida, pero lo decía tan bien que su negación se convertía en una afirmación de vida, en una prosa exaltante que nos llenaba de amor por la palabra, y en consecuencia por todo lo que las palabras nombran. Siempre volveremos a Cioran como a uno de los grandes anarco individualistas de este siglo.”

Comentarios

sopadeajo ha dicho que…
El traidor Google me ha traído hasta aquí buscando trazas de Cioran al final de los años 50 en Santander, concretamente en el balneario de Liérganes, por Santillana del Mar, etc..
No sé de hecho aún porqué el monstruoso Google me ha mandado a su blog ,pero me ha gustado el articulillo sobre Cioran y la opinión de Umbral.

http://lit-et-raire.blogspot.com/
Douce ha dicho que…
Los monstruos no serían monstruos si no hicieran estas monstruosidades. Por ejemplo, que uno busque a Cioran en Liérganes a finales de los 50, tratando de encontrar al Hombre Pez o aburriéndose en el balneario de sus sulfuradas aguas.

Pero a veces hay que agradecer al monstruo que un náufrago se entere de que el 'aforista', conoció en Santander a un farmacético, a un escritor, poeta, galerista con los que mantendría correspondencia y amistad.
Así de extraño es este medio.

Gracias por la referencia
sopadeajo ha dicho que…
Votre douceur m´a séduit; Douce.
L´êtes vous (douce) ?
Êtes vous femme ?

Copio y pego unas palabras de Cioran sobre Santillana, la villa de las tres verdades (y más de tres..):

"¡Santillana del Mar! [Cerca de Santander, el pueblecito más hermoso de todo el Cantábrico] Pienso en ella antes de rezar con el más auténtico y profundo desgarro, hasta tal punto me hace llorar la nostalgia."
(de Cuadernos (Cahiers), traducido y publicado en Internet)

¿Qué nostalgia encontraría un rumano que vivía en Francia y que no conocía Cantabria, en ese maravilloso pueblo?

¿El pasado y su conservación?

¿La confirmación de que el mal de Stendhal es real ?

Me contaron, una vez que pasé por allí, por Liérganes, lo de la leyenda del Hombre Pez, dejándome como la duda de que incluso pudiera haber algo de cierto en ello, aunque no sé qué.
Sé que se hizo amigo de un farmaceutico y de un escritor, pero no sé nada más.

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