¡Viva los tebeos!

EL MARAVILLOSO MUNDO DE LOS TEBEOS

La auténtica infancia del Náufrago no se desarrolló exactamente en su casa, acompañada de su tropa de hermanos y hermanas. La verdadera vida la vivía en los variados juegos de la calle, jugando al billar o al ping pong en ‘cristianos’ salones, en la lectura de libros de aventuras y los tebeos. También, aunque de forma distinta, en el colegio, sobre todo en los recreos. No es que fuera mal estudiante, tampoco un empollón, con notas aceptables. Su vida era la calle en todas sus dimensiones.

Personajes
Estos trozos de la infancia emergieron ayer, vivos, si es que no están siempre presentes de una manera secreta y profunda. Revisando ayer un ‘últimas noticias’ se encontró con este titular: “Los personajes del tebeo español están de aniversario”. Concretamente celebraban los 60 años del “DDT contra las penas”. La ‘Famila cebolleta’ apareció por primera vez en 1951 en la revista semanal para ‘adultos’ de Bruguera. La mano y la imaginación del genio de Manuel Vázquez dio vida a aquellos extraños personajes: El abuelo barbado, escayolado y cascarrabias, el oscuro y servil ante el jefe del pater familias Rosendo, su mujer Leonor cotorra oficial, su hija Pocholita cazadora de novios, su hermano pequeño Diógenes, alborotador y un tanto atolondrado, Jeremías, el loro lenguaraz con licencia para largar. Es cierto que cuando leía esos tebeos, no hacía esos análisis, simplemente, simplemente le ‘liberaban’ de otros lazos y le llevaban a otros mundos con aquellas historias donde todo acababa ‘mal’ para gozo de los lectores. Todas los ‘defectos’ de una familia nada ejemplar eran conveniente y humorísticamente ‘castigados’. Le liberaba de la ‘moral’ o moralina que le servían en los medios familiares, educativos y eclesiásticos.

'Héroes'
Los tebeos, a pesar de todas las censuras, que entonces no veía, eran un tubo de escape para la liberación de la imaginación que nos llevaba al mundo de “Roberto Alcázar y Pedrín”, del “Guerrero del Antifaz”, de las “hermanas Gilda”, de “Mortadelo y Filemón”, de “Zipi y Zape”, de “Carpanta" o el "Botones Sacarino…” Personajes que hablaban de ‘otro mundo’ diferente del que cotidianamente nos agobiaba sin ser conscientes de ello. Los tebeos de la Familia Ulises o los inventos Profesor Franz de Copenhague, El Jabato, Jaimito, el Capitán Trueno fueron nuestro tubo de escape, nuestros mejores ‘profesores’ sin saberlo, aunque a veces tuviéramos que sortear los impedimentos con que nuestros honrados padres y profesores nos amenazaban si no sacábamos ‘buenas notas’. Comprados, alquilados o cambiados los tebeos fueron nuestra salvación y nos permitieron ‘vivir’.

Comentarios

María ha dicho que…
Que chiquitín te me has vuelto, JULIO:-)

Me alegro que este aniversario de los personajes de los TBOs te hayan hecho volver a la infancia...que es verdad que siempre está ahí.

Yo no fui demasiado de tbos, le pillé alguna vez alguno a mi hermano del Capitán Trueno y sobre todo de Tin, Tin y Asterix. Incluso recuerdo que un profesor de latín en el instituto, nos los llevaba en latín hacíamos la clase sobre ellos y nosotros...
¡¡ Encantados de la vida, claro !!

Bueno, mi querido profesor Cebolleta:-)

Muuuuuchos besos y feliz resto de finde.
Douce ha dicho que…
Hola, María

No es que 'me haya vuelto ' niño, es que en muchos aspectos sigo siéndolo:-) y que conste que no me avergüenzo. Es lo mejor que queda de mí... Todo lo demás son 'trajes' que he ido poniendo y lo bueno, o lo malo, es que no sé si me sientan bien.

Fui niño de tebeos y juegos, muchos juegos. No fui mal estudiante, y no sé dónde aprendí o viví más. Quizá los estudios sirvieron para enseñar desde la cercanía de la niñez, más que de los propios conocimientos que no dejaron de ser una manera de 'vestir’ al niño.

También me serví de Tintin y Axtérix en mis clases como tu profe de latín. Me parece una buena idea. No sólo de Salustio, César o Cicerón vive el hombre:-)

Mi afecto de niño y la sensatez de Douce

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