Danza india
¡BIENVENIDO Mr. SAYED!
Amigos para siempre |
Por supuesto este Náufrago sería el peor, o uno de los peores negociantes del mundo, si se dedicara a este oficio del mercadeo, para el que se necesita inteligencia, carácter, buenas espaldas, astucia en algunos casos y un montón de ‘cualidades’ más, de las que carece. Iba a decir, a mucha honra, pero lo retira. Viene esto a colación al ver cómo ha aterrizado en estas tierras una especie especial de Mr. Marshall, que en pocos días se ha hecho cargo del Club de esta ciudad, vulgo “Racing”, y amenaza con regalar millones para que esta región sea un modelo de productividad y de hacer un club que no desmerezca de los dos grandes.
Sus ‘efectos’ mágicos ya han empezado a hacerse públicos. El equipo de fútbol cambia de entrenador, gana partidos en el último minuto del encuentro, hace el indio el magnate asiático en el palco, su guardaespaldas se baja de su coche y agrede a un policía dejándole marcas en cara y cuello, según informes policiales que le invitaron a pasar por la comisaría más cercana. El Presidente Revilla, amigo reciente del indio salvador, piensa que quizá hubo “excesos de ambas partes” y ya ha indicado al ‘millonario’ cómo se deben celebrar los goles en este país en un palco. El mecenas que se considera un “hombre humilde y normal” ha prometido que moderará sus saltos y la manera de manifestar sus emociones. Por ahora, aparentemente, todo marcha bien y no se ve cuando llegue la época de vacas flacas
Como decía, el Náufrago no entiende ni papa de economía y mucho menos de ‘negocios’. Tan inepto es en este oficio, que en el caso de una oferta tan generosa y desinteresada como la del tal Alí, le olería a chamusquina. El millonario tiene todo el derecho a disfrutar de los triunfos de su ‘juguete’: tener un equipo de fútbol. Pero si este señor tiene ‘antecedentes’ de negocios que no parece que salieron muy brillantes durante su estancia en el Reino Unido entre 2000 y 2006, le harían reflexionar un poco. De hecho, un periódico como “The Guardian” publicó que “Ali, hijo de una familia propietaria de numerosas granjas en la ciudad meridional india de Hyderabad, debía una multa de 61.500 libras (73.000 euros) dictada por un tribunal británico en 2007 cuyos motivos se desconocen” amén de otras ‘deuditas’ inmobiliarias y la negativa de otro equipo británico a hacerse con su club.
Ojalá que este Alí, como otros ‘Babá’ que ya pasaron por aquí, no sea de la familia. De momento, al parecer, Ahsan Ali Sayed y Miguel Ángel Revilla hacen muy buena pareja. Los dos son ‘sencillos, naturales, honrados y campechanos’ ¿Qué más quieres Racing Club? Aquí, todo el mundo es ‘arriero’
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