La paz interior
OTROS CAMINOS HACIA LA PAZ
En este mundo de prisas y algo loco, por no llamarlo de otro modo, la gente corre detrás de esa palabra mágica: “Felicidad”. A saber cómo entiende cada Quisque esa palabra. El Náufrago lo llama de otra manera que puede sonar cursi, pero le vale. Se llama ‘paz interior’, o dicho de otra manera “sé tu mismo”.
Pero antes de que nos pongamos tan 'importantes' como solemos, repasemos algunos remedios que además de los que sabemos, también pueden servirnos en casos apurados. El humor es un excelente vehículo que puede llevarnos, aunque sólo sean durante unos momentos, a los umbrales de esa paz de que hablamos. Transcribo:
Pero antes de que nos pongamos tan 'importantes' como solemos, repasemos algunos remedios que además de los que sabemos, también pueden servirnos en casos apurados. El humor es un excelente vehículo que puede llevarnos, aunque sólo sean durante unos momentos, a los umbrales de esa paz de que hablamos. Transcribo:
“Un médico comentaba esta mañana en la televisión que el único modo de conseguir la verdadera paz interior es finalizar todos los asuntos que tengas pendientes. Así que eché un vistazo por mi casa y encontré varias cosas que había comenzado pero que no había finalizado.
Terminé por completo una botella de Rioja, una botella de Ribera, una bodella de Baileys, una bodeya de grron, un baquettte de batatas britas, una gajjja de vallllliiiiiuuum, el resdo de unas yyogoladinas.
Do dienes di idea de lo godidamende ffffabuloda me diendo agora midmo.
Fod favod evía ezdo a dodoz loh gue ziendaz gue nededidan bazz inderiozz.
¡Goño, oz guiero bussshho a dodoz!
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