YO CONFIESO

 ¿POR QUÉ AHORA, SEÑOR GONZÁLEZ?

Abrir los periódicos en los tiempos que sufrimos es una invitación a la depresión. Sin embargo es un acto de malsano masoquismo al que se somete el Náufrago. Quizá los abra por ver si hallare la mano que le entreabra una puerta hacia la luz, la sinceridad y el sosiego. Difícil hallazgo. No eran suficientes los males que padecemos y el ex-presidente Felipe González ha venido a echar más leña al fuego patrio. Con su… no se sabe si confesión, bomba, disculpa o simplemente metedura de pata… ¡Vete tu a saber qué rodaba por su cabeza! Quizá haya ‘profundos’ exégetas de la ‘res publica’ que estén aún preguntándose “¿Por qué ESTO, AHORA?”.

Como era de esperar todos los ‘interesados’ en el asunto, con mil razones, excepto la que les mueve, se han abalanzado sobre tan jugosa presa. De la otra parte, los que daban por enterrado y olvidado asunto, se han puesto a temblar.

Toda la hipocresía nacional se ha rasgado las vestiduras, ha puesto el grito en las alturas y han vuelto a revolver en aquellos oscuros años de “guerra sucia” en que periodistas, guardias civiles, policías, políticos. niños, gente que pasaba por allí  eran heridos o asesinados sin piedad : 187 víctimas, en cinco años. Del otro lado de la “guerra”  27 víctimas.

Muchos, muchísimos, millones de algunos de los que ahora gritan, entonces se callaban, se tapaban los ojos o miraban para otro lado. Nadie va a defender públicamente aquella sucia respuesta gubernamental, que ya había empezado antes, pero deberían confesar que secretamente no decían NO. El que esté limpio de culpa, que tire la primara piedra. Cosas de una “guerra desigual” y como "guerra", sucia.

Señor González, díganos por qué, ahora ¿O también en este momento tiene la misma duda? Los demás nos la hacemos también: ¿POR QUÉ, AHORA?

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- Yo también me tapé los ojos, yo también miré hacia otro lado: YO CONFIESO