¿Hipotecados?
SONRISAS Y LÁGRIMAS
Está visto que nuestro bienestar - no digo ya nuestra felicidad, que son palabras mayores- no podemos hipotecarlo y dejarlo en manos ajenas. Si nos ligamos a un partido, a un club, a una 'nación', a una religión o a cualquier otra atadura a la que confiamos una parte de nosotros, nos estamos hipotecando. Hay un trocito o una parte importante que depende de otros. Esperar que nuestro buen humor, nuestro ánimo, nuestro equilibrio emocional esté sometido al resultado de unas elecciones, las victorias o derrotas de un partido, las buenas o malas noticias de nuestro país, o de 'soluciones' y confianzas provenientes de poderes superiores, es declinar nuestra responsabilidad en elementos exteriores a nosotros.
Nuestro bienestar interior está en nosotros o no está en ninguna otra parte. Somos nosotros los que tenemos que 'estimarnos', no debemos depender, fundamentalmente, de las buenas o malas nuevas que proceden y dependen de acciones ajenas.
Por supuesto, lograr un clima de cierto equilibrio interior, de cierta serenidad, no es fácil y requiere una gran dosis de fuerza interior: una utopía a la que debemos tender y tratar de aproximarnos.
Todo esto viene un poco a cuento - ¡hay que ver qué tontería!- porque ayer, un equipo de fútbol, ¿o eran también un montón de sentimientos más o menos variados, más o menos intensos, los que estaban en juego? ¿Cuánto de nosotros habíamos depositado en las botas de unos señores, o señoritos, que debían introducir un balón en el fondo de una red?
Todo eso no obsta para que felicitemos a los que hoy, durante unos días, 'vivan' de lo hecho por otros. Ellos sólo depositaron una parte más o menos importantes de sí mismos, en otros pies.
¿Vivimos 'alienados'? Es posible
Sonreír es cosa nuestra |
Nuestro bienestar interior está en nosotros o no está en ninguna otra parte. Somos nosotros los que tenemos que 'estimarnos', no debemos depender, fundamentalmente, de las buenas o malas nuevas que proceden y dependen de acciones ajenas.
Por supuesto, lograr un clima de cierto equilibrio interior, de cierta serenidad, no es fácil y requiere una gran dosis de fuerza interior: una utopía a la que debemos tender y tratar de aproximarnos.
Todo esto viene un poco a cuento - ¡hay que ver qué tontería!- porque ayer, un equipo de fútbol, ¿o eran también un montón de sentimientos más o menos variados, más o menos intensos, los que estaban en juego? ¿Cuánto de nosotros habíamos depositado en las botas de unos señores, o señoritos, que debían introducir un balón en el fondo de una red?
Todo eso no obsta para que felicitemos a los que hoy, durante unos días, 'vivan' de lo hecho por otros. Ellos sólo depositaron una parte más o menos importantes de sí mismos, en otros pies.
¿Vivimos 'alienados'? Es posible
Comentarios
Bueno como tú muy bien dices, el fútbol no es más que unas cuantas botas corriendo tras una pelota que por cierto a veces va por donde la da la gana, pero ¡¡hay que ver cómo se pone la gente, si no entra donde debe hacerlo!!
Pero ¡¡no pasa naaaaada !! El sol ha salido hoy como ayer y como lo hará mañana y además...
¡¡Siempre nos quedará París!! :-)
Un beso muy fuerte para todos
"No soy del Madrid" :-), simplemente le he prestado una parte pequeñita de mí mismo, para que supla un poco los disgustos que me producen otros impresentables, mientras también me deshago de ellos.
Me gustaría que hubiera actitudes, prepotencias, mentiras, que no me afectaran más de la necesario pero soy vulnerable, y a veces me sirvo de estos subterfugios.
Por lo demás, hoy ha sido otro día y ya me he olvidado de lo de ayer.
...Nos queda París, Segovia, Cuenca, Lucerna, Las Rías Baixas, el Aloia... Y otras muchas emociones
Besos y gracias