La Victoria de la 'derrota'
¿SOMOS GANADORES CUANDO SABEMOS PERDER?
Aprendiendo a perder |
Vaya por delante que el Náufrago no es un fanático de La Fórmula 1. Nunca lo ha sido. Jamás ha sido capaz de seguir una carrera entera. Empezó a interesarse un poco cuando Fernando Alonso empezó a subir al podio de los ganadores.(¡Valiente "aficionado"!) Luego volvió a dejarlo de lado. Dar vueltas y vueltas con el único incentivo de que gane el ‘nuestro’, sólo alimenta nuestro nerviosismo y nuesto ego, sólo cuando gana. Pero eso no es ser un “aficionado” a este deporte, sino identificarse con alguien capaz de producirte la sensación de que en cierto modo eres ‘algo’ porque ha ganado el que has hecho un poco ‘tú’.
Ayer, el Náufrago, tampoco siguió la carrera. Quizá porque sólo le interesaba si ganaba:- ¿Alonso? ¿Él?- (Esa es la cuestión). En un momento dado alguien de la casa puso la televisión. Coincidía con una entrevista a una cara seria, de una tristeza contenida, pero seguía manteniendo el tipo y respondía a unas preguntas que supongo sentiría como puñaladas, no por la interlocutora, sino porque mientras contestaba, quizá su mente estuviera todavía haciéndose mil preguntas: “¿Por qué me ha pasado eso?”, “si hubiéramos podido hacerlo de otro modo” “¿Cómo se me ha ido si lo tenía al alcance de la mano?..." En circunstancias como ésas, lo normal es que pensemos más en el condicional compuesto “podría haber sido…”, antes de aterrizar y aceptar el presente. “soy el segundo”. Pero ese presente no nos satisface nada, no es NADA, ante el “hubiera podido subir al cajón como ganador” Una lucha interior difícil de aceptar, hasta que el tiempo, la realidad, la cercanía de los que nos quieren, van ayudándonos poco a poco a ACEPTAR la realidad. Habrá todavía ramalazos del “si hubiera hecho…”
Lo curioso es que el Náufrago no ha sentido nunca una gran simpatía por Fernando Alonso, aunque le gustara y celebrara sus ‘victorias’, porque , como ‘aficionado’ oportunista, no era a él a quien apreciaba, sino que se aprovechaba de sus triunfos , como si en algo hubiera participado él. Al verle tragarse su decepción, contemplando su rostro triste, aguantando entrevistas no queridas, con ganas de perderse a solas en su tristeza y allí, sin muchos testigos, poder llorar a solas su ‘derrota’, lo encontró más Campeón, le admiró más que cuando sonreía y daba saltos en el podio con su copa en la mano y regando a todo su alrededor con Champagne.
¡Enhorabuena, Fernando! Hoy has ganado un trofeo más importante: Campeón de tus emociones. Hoy, alguno, 'ha ganado' con tu 'derrota'.
(¿Podemos aprender más de las 'derrotas' que de las victorias?)
DOUCE
Comentarios
No soporto a Alonso. No soporto a las personas que nunca tienen la culpa...que siempre añaden que la culpa es de los otros...