París y sus luminarias

Indudablemente París es una ciudad con diferentes encantos. En general, el Náufrago prefiere los rinconces parisinos que tienen un sabor especial, propio, a las grandes avenidas y demás suntuosidades. Quizá sea porque es más sensible a la belleza de lo pequeño que a lo magno y suntuoso.

Hoy es la primera vez que ha bajado al centro desde que encendieron las iluminaciones navideñas. Se trata más bien de una iluminación discreta, sin excesos Quizás se deba a la famosa crisis. Alguna ventanja tienen que tener las crisis que nos hacen menos pueblerinos y barrocos.

Algo de eso le ha pasado con esta presentación que le enviaron hace pocos días. Tantas imágenes, bellas sin duda, pero reiterativas, al Náufrago le saturan."Non multa, sed multum" decía Plinio el Joven. Que venía a decir que las 'multas' no hay que ponérselas a muchos , sino poner 'mucho' a unos pocos. Bueno, a lo mejor no era eso.

Quizá la madre del Náufrago no andaba muy descaminada cuando decía: "Lo poco agrada y lo mucho enfada". Pero nos va la marcha de las luminarias. Vean.

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