La otra historia del "Principito"

MEMORIAS DE LA ROSA

Hoy era el último día de clase de este año con mis ‘chicas’, madres, algunas ya abuelas, que tienen la paciencia de escucharme y no saben, bueno sí lo saben, cuánto se lo agradezco. Por ser el último día de clase hemos escuchado una síntesis de “Le petit Prince”, junto a algún chant de Noël. Mientras lo leía recordaba las “ Memorias de la Rosa”, el libro que escribió Consuelo Sucin, la mujer que inspiró al creador de “El Principito",su esposa.

¿Quién no ha leído con emoción la historia del Principito de Antoine de Saint-Exupéry? ¿Quién no ha escuchado en su interior, alguna vez el diálogo entre el Petit Prince y el Renard?

-“Apprivoise-moi”, repetía una y otra vez el zorro: “domestícame”.

El Pequeño Príncipe no sabía lo que quería decir “apprivoise-moi”. El zorro tuvo que ir explicándole que era algo demasiado olvidado entre los hombres. “Crear lazos, eso es lo que significa apprivoiser”. Así, pacientemente, fue indicándole el zorro los pasos que deberían dar para que, poco a poco, sintieran la necesidad el uno del otro.

- ”Tú serás único para mí... y yo seré único en el mundo” . Oyendo al zorro, el Principito comprendió que una rosa le había “domesticado”.

Esta rosa, en quién se inspiró Saint-Exupéry para escribir su historia, se llamaba Consuelo Sucín, una salvadoreña sensible y apasionada que domesticó el corazón inquieto y complejo del aviador-escritor, o del escritor piloto, como queramos. Fue la esposa, la compañera que vivió a su sombra desde 1930 en que se conocieron en Buenos Aires y 1944, cuando el aviador desapareció a bordo de su monoplaza en algún lugar del Mediterráneo. “Ser la mujer de un piloto es un oficio, ¡pero serlo de un escritor, es un sacerdocio!”.

Así resumía Consuelo, la Rosa del Principito, su apasionada y tormentosa vida al lado de aquel “gigantón de andares torpes que escondía un alma sensible... Que nunca deshacía el nudo de sus corbatas... que perdía sus zapatos por la habitación y pedía a sus amigos que le ayudaran a buscarlos”. Fueron catorce años de constantes zozobras, de encuentros y desencuentros encadenados, de infidelidades mutuas y apasionadas reconciliaciones.



Comentarios

pilar ha dicho que…
O Principiño. Siempre cerca de mi.
Fue el primer libro en gallego que me regalaron cuando me trasladé a vivir a esta maravillosa tierra.

"Soamente se coñecen ben as cousas que se domestican-dixo o raposo-os homes non teñen tempo de coñecer nada. Mercan todo xa feito nas tendas, pero como non hai ningunha onde se vendan amigos, os homes non teñen amigos. ¡Se queres un amigo, domesticame"......

"deste xeito o principiño domesticou o raposo. E cando estaba cerca a hora da despedida, o raposo dixo:
¡Ah!.. ¡vou chorar!
A culpa é túa eu non che quería facer mal, pero ti empeñácheste en que te domesticase...
Claro..
Pero vas chorar..
Claro...
Entón pouco saíches gañando..
Si que gañei-dixo o raposo-gañei gracias á cor do trigo..."

Bicos
Anónimo ha dicho que…
Me encanta esta versión. Lo he leído en varios idiomas, algunas veces por deber, en la Facultad,pero no en su versión galega , e debo dicir que me gusta moito.

Bicos
Sylvia Otero ha dicho que…
Bonjour mon ami,

Il est une heure du matin ici ou on peut voir la croix du Sud.

Qué precioso todo! No sabía la historia de la esposa de Saint Exupéry.

Una de las frases más importantes para mí es le secret du renard.

Esa junto a otras pocas como la de Pascal "el corazón tiene razones que la razón no comprende" y la de Sócrates "sólo sé que no sé nada" son frases que siempre tengo presentes.

Qué bueno poder irse a dormir con esta bella historia leída por esos excelentísimos actores!!

Merci!!

Bonne journée,
Campurriana ha dicho que…
Como no podría ser de otra manera, a mí también me enseñó mucho este pequeño personaje con el pelo revuelto...

Mi homenaje a El Principito...

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