¿Jubilado, pensionista o ‘clasipasivista’?

¿DAR O RECIBIR?

2008. Discurría el segundo año triunfal de eso que edulcoran bajo el nombre de 'jubilación'. Puede que haya gente que 'jubile' cuando deja de trabajar en una tarea penosa o que no ama, pero los hay también para los que su trabajo constituía una parte importante de su vida. No para todos el trabajo ha sido el ‘tripalium’ bíblico y no les gusta ingresar en ese estado administrativo de despectivo nombre de “clases pasivas” ¡Qué horror de título! No contentos con ese nombre, ya desdeñoso de por sí, le añaden lo de ‘pensionista’, Una especie de ‘pensum’ o castigo para el erario público. Si hiciéramos caso al 'bautismo oficial' era para que la autoestima descendiera hasta la suela de lo zapatos, con agujero incluido, por no poder echarle mediasuelas. Pero no es cuestión de que nos afecte demasiado la nomenclatura administrativa. En cada etapa de la vida no debe ser ella la que se acomode a ti, sino tú a la vida.

Cada cual tiene que buscar su bienestar en aquello que le haga sentirse más a gusto. Los hay que lo encuentran viajando con el INSERSO, otros se ocupan de su huerto, los hay que se sienten a gusto vigilando las obras y los socavones municipales, otros se encuentran a sus anchas pintando o echando una partida de mus y siempre habrá quienes disfruten charlando y 'arreglando el país' sentados en un banco, tomando el sol, si es que le da por salir. Pintar, leer, escribir, enrolarse en cualquier asociación, pasear, mantenerse en forma, o ser abuelo niñera, tampoco es mal oficio, si no nos cogen las sobaqueras… ¿Pasivos? Hay algunos ‘trabajadores’ que se piran las sesiones del Parlamento, viajan a costa de la caja común y no dan golpe.

Al Náufrago, entre otras actividades, le ofrecieron dedicar una parte de su tiempo a impartir clases en una Asociación de Desarrollo Comunitario de mujeres, una buena parte desbordando los cincuenta, que asisten a diferentes actividades: manualidades, pintura, Historia del Arte, idiomas, gimnasia, Literatura…

Nunca el Náufrago escogiera mejor actividad. Se recibe mucho más de lo que aportas. No es una frase hecha, ni ningún tópico. Es encontrarte con gente que acude puntual a sus clases, que muestra todo su interés, que escucha con la atención que no encontró muchas veces en los más jóvenes. Sienten curiosidad por aprender, agradecen después de cada clase ese rato que has compartido, incluso se ruborizan un poco cuando no les salen bien las cosas, toman cuidadosamente apuntes, ¡ hasta hacen ‘deberes’! Es algo que no tiene precio. Hay ‘riquezas’ a las que no les afectan ciertas ‘crisis’.


Comentarios

Campurriana ha dicho que…
No hay nada más positivo que la inquietud, la inquietud a cualquier edad.

Felicito a todos aquéllos que siguen interesándose por lo que les rodea, que siguen aprendiendo, que siguen enseñándonos...
Sylvia Otero ha dicho que…
Yo también cumpliré mis dos años de jubilada. En mi caso es "subsidio por enfermedad", pero como tú decido seguir para adelante, conocer nuevas personas, viajar, leer, aprender griego, hacer gimnasia y leer los blogs de personas que, como tú, tienen tanto que aportar.

MUCHAS GRACIAS!!

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