La Historia es una noria

...QUE DA VUELTAS.

Hace unos días alguien me envió este texto escrito por Víctor Hugo, hacia 1851, cuando el 2 de diciembre de ese año, “Napoléon, le petit”, como él llamaba a Louis-Napoléon Bonaporte, Presidente de la República, efectuó un golpe de Estado, disolvió ilegalmente la Asamblea Nacional, acaparando todo el poder y convirtiéndose el dueño absoluto. Un año más tarde la República se convirtió en el Segundo Imperio, bajo el nombre de Napoleón III.

Este texto le había sido enviado por una amiga francesa que al final hacía esta pregunta:

-“Auriez-vous pensé à quelqu'un d'autre ?!?...( ¿Se te habría ocurrido pensar en algún otro?)

Y es que la Historia se repite, y no sólo en Francia. Me he permitido traducirlo al español para que así se entienda mejor y repetir la misma pregunta.


" Que peut-il ? Tout. Qu'a-t-il fait ? Rien.
Avec cette pleine puissance, en huit mois un homme de génie eût changé la face de la France, de l'Europe peut-être.

Seulement voilà, il a pris la France et n'en sait rien faire.Dieu sait pourtant que le Président se démène : il fait rage, il touche à tout, il court après les projets ; ne pouvant créer, il décrète ; il cherche à donner le change sur sa nullité ; c'est le mouvement perpétuel ; mais, hélas ! cette roue tourne à vide. L'homme qui, après sa prise du pouvoir, a épousé une princesse étrangère est un carriériste avantageux.
Il aime la gloriole, les paillettes, les grands mots, ce qui sonne, ce qui brille, toutes les verroteries du pouvoir.Il a pour lui l'argent, l'agio, la banque, la Bourse, le coffre-fort.
Il a des caprices, il faut qu'il les satisfasse.

Quand on mesure l'homme et qu'on le trouve si petit, et qu'ensuite on mesure le succès et qu'on le trouve énorme, il est impossible que l'esprit n'éprouve pas quelque surprise. On y ajoutera le cynisme car, la France, il la foule aux pieds, lui rit au nez, la brave, la nie, l'insulte et la bafoue !

Triste spectacle que celui du galop, à travers l'absurde, d'un homme médiocre échappé "

Victor HUGO, dans " Napoléon, le petit " (Réédité chez Actes Sud)

TRADUCCIÓN
“¿Qué puede? Todo. ¿Qué hace? Nada.

Con esos plenos poderes, en ocho meses, alguien inteligente hubiera cambiado el rostro de Francia, quizá de Europa. Lo que ocurre es que se ha hecho cargo de Francia y no sabe hacer nada con ella. Y Dios sabe lo que se mueve, arrasa, a todo atiende, va tras los proyectos; al no poder crear, dicta decretos; intenta disimular su nulidad; es el perpetuo movimiento; pero ¡ay! Es una rueda que da vueltas en el vacío.

El hombre que tras su acceso al poder, casó con princesa extranjera*, es un corredor ventajista. Le gusta la vanagloria, las lentejuelas, las grandes palabras, lo que suena, lo que brilla, todos los abalorios del poder. Tiene el dinero, la especulación, la banca, la Bolsa, la caja fuerte. Tiene caprichos, hay que satisfacerlos.

Cuando se mide al hombre y se le encuentra tan pequeño y que luego se mide el éxito que se considera enorme, es imposible que el espíritu no se lleve una sorpresa. Habrá que añadir a eso por qué a Francia la pisotea, se ríe ante sus narices, la destroza, la insulta, la engaña.

Triste espectáculo este galopar, a través del absurdo de un hombre mediocre huido.

Víctor Hugo en: “Napoleón, el pequeño”

* Eugenia de Montijo

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