“Brotes verdes”

JÓVENES ESPERANZAS

Diego Camarero: ganador del concurso de SOCFÍA: Sociedad Cántabra de Filosofía

A veces hay noticias que reconcilian con este mundo y con la prensa. Hoy al echar un vistazo a esta última sentí un ‘pellizquito’ de satisfacción. Acostumbrados como estamos a maltratos, corrupciones, grescas, enfrentamientos, vacuidades, desalientos, tsunamis y otros eventos, no nos damos cuenta que nace sabia nueva, que hay ‘brotes verdes’, pero de verdadera esperanza. Lo dice el Náufrago porque esta tarde vio uno de estos ‘brotes’. Pensar que se puede hablar de un joven de 17 años sin asociarlo a botellón, móvil, play, movida, pasotismo, “Física o Química’ y demás sambenitos juveniles, no deja de ser una pequeña sorpresa.

De lo que se trata es de un premio a un ensayo laureado nada menos que en un “Concurso de Filosofía”. Sí, no se extrañen, ni estamos en Grecia, ni han resucitado Kant, ni el mismo Wittgenstein y el movimiento analítico. Se trata de Diego Camarero autor de un ensayo nada menos que sobre “ Semidemocracias y mediodictaduras” . Y no crean que el ensayista se haya ido por los cerros ubetenses. Se lo ha currado:"he trabajado muchas horas para encontrar los matices del poder, hacer un análisis de los diferentes sistemas de gobierno” y mostrar “los diferentes grados de participación ciudadana” ¡Chúpate ésa, ZP!

El caso de Italia: “No hay duda de que Italia es una democracia, argumenta el laureado, pero hay fallos en su funcionamiento. Y, a veces, se utilizan para el aprovechamiento personal. La Venezuela de Hugo Chávez, continúa, baja un escalafón en el ranking de los totalitarismos porque, a pesar del control que ejerce, el mandatario ‘fue elegido’ por los ciudadanos.” ¿Cómo les ha quedado el 'body'? Ya podrían los Pepiño y las Cospedales aprender a matizar cuando hablan en ‘blanco y negro’.

Total que el Náufrago ha recordado viejos tiempos y celebra que siga habiendo nuevas primaveras si no las marchitan. Junto al ensayo premiado, hubo dos ‘accésits’ de títulos prometedores: “¿Realidad o apariencia?" O “¿Tiene un delincuente la culpa de obrar mal?”. A ver, argumenten.