De perros y gatos

DONDE DOUCE, LA BECARIA, OPINA SOBRE GATOS
By DOUCE
Hoy que es lunes y al Náufrago siempre le ha costado un poco empezar la semana, voy a ocuparme yo de animar esta isla que a veces resulta demasiado pesada.

Voy a barrer para casa, quiero decir que me voy a divertir. Desde que murió mi amigo “Calcetines”, el único gato que ha querido jugar conmigo, estoy un poco enfadada con los otros gatos que no quieren hacer buenas migas conmigo. Para darle un poco en los bigotes les voy a demostrar que nosotros, los perros,  somos mucho más listos que ellos. No es que lo diga yo, aporto hechos ‘fehacientes’ y no como los políticos que hablan mucho pero luego no demuestran nada. Pero dejemos a los políticos de lado, que para eso ya está el Náufrago y hay que ver la tirria que les tiene.

Yo quiero demostrar con dos ejemplos quién de los dos géneros, canes o felinos, somos más listos. Primero veremos al Micifuz de turno, que gordo como está, se empeña en atravesar unos túneles que él mismo se fabrica, cuando lo más sensato sería bordearlo. Me recuerda un poco al Náufrago  que a veces también se empeña en meter la cabeza por  donde no debe. Vean al testarudo felino:


Y ahora, después de haber visto un modelo de cerrazón y cabezonería, vean lo que es la inteligencia canina.


¿A que no hay color? Pues ¡hala!, que disfruten del lunes y aprendan la lección. No sean modorros, ni cabezotas, no se empeñen en entrar por donde no caben. Utilicen la cabeza, den un rodeo y a lo mejor encuentran mejor la salida. Pongan las pelotas en su sitio.

Comentarios

Misha ha dicho que…
Hola Douce, me parece que no me has entendido del todo, aunque sé que lo intentas y te gustaría.

Nosotros los gatos somos muy gatunos. Eso de ir a buscar la pelota una y otra vez no va con nuestro carácter, vamos siempre a nuestro aire.

Y, como habrás podido comprobar, tenemos mil y una maneras diferentes para distraernos, pasarlo bien y disfrutar. Lo mejor, no hay reglas de juego, las inventamos. A veces, te podrán parecer ridículas, pero a nosotros nos divierte.

Verás, la mayoría de las veces cuando quiero salir a la terraza y se lo hago saber a mi dueña, tardo en salir y algunas veces hasta se enfada conmigo porque no salgo inmediatamente. Me lo pienso, a lo mejor, cambio de opinión sin saber por qué. Además, los humanos son bastante extraños, tienen prisa para todo y nosotros somos muy tranquilos. Como te decía, para salir a la terraza desde el salón, siempre hay diferentes alternativas, todas distintas. El camino recto, será el más corto y también el más aburrido. Para que lo entiendas, a veces decido rodear el sofá, meterme debajo de una silla, salir por otra, dar una vuelta a la mesa, pasar por detrás de la cortina, para por fin llegar a la puerta, detenerme, olfatear la temperatura y adivinar el tiempo.

Si es invierno y llueve, a veces no me apetece salir de inmediato, me lo pienso y espero a que escampe la lluvia. Pero, algunas veces me encanta mojarme y en pleno chaparrón me doy una ducha la mar de refrescante.

Para nosotros los gatunos, no existen normas, preferimos la rutina aunque nos encanta adornarla y cambiarla según estemos de humor.

Siento haberme extendido demasiado, pero quería que lo entendieras, de tontos no tenemos ni un pelo. Ya, ya lo sé, vosotros tampoco.

Sencillamente somos diferentes.

Para que veas que no te guardo rencor, te envío muchas carantoñas.
Douce ha dicho que…
Querida Misha,

Primero decirte que me gusta tu nombre. Eso para empezar. Para ser sincera tampoco he tratado de comprenderos, simplemente estaba aprovechando una experiencia que puede ser entendida de dos maneras: una torpeza, o una gana de mostrar una cabezonería.

Que soy muy ‘gatunos’, lo sé. Sé lo muy 'vuestros' que sois, cuánto disfrutáis haciendo vuestro santa voluntad y para eso se necesita mucho arte y muchas mañas. Nosotros, los perros y las perras, somos más ingenuos, más directos y nos faltan muchas de vuestras ‘g-astucias’. Todo eso que me cuentas no se me ocurriría a mí de ninguna manera.

A veces, me gustaría servirme de esas astucias, pero lo más que se me ocurre es hacerme la remolona para alargar un paseo, o darme por no enterada cuando me indican que tenemos que volver a casa. Lo que ocurre es que como estaba en mi casa y el Náufrago me deja que escriba lo que quiera, barrí para dentro, escogí las imágenes que me favorecieran y así quedar bien ante la afición.

Tú eres gata y yo soy perro, estamos en este mundo para darle variedad. Los dos convivimos con los humanos y cada uno, a nuestro modo, tratamos de enseñarles y servirles de compañía.

Una guauu cariñoso, sin ningún rencor. Lo único que me gustaría encontrar a algún amigo minino;-)

P.D. Para que veas lo ‘ingenuos’ que somos te envío este vídeo:
El perro y la estatua
Misha ha dicho que…
Eres muy amable Douce, a mí también me gusta mi nombre. Al principio mis dueños me habían puesto otro, pero como no me gustaba cuando me llamaban no contestaba. Así que tuvieron que cambiármelo.

Muchas gracias por el vídeo Douce, me he ha hecho mucha gracia. Y no te creas que me río del perro, es la situación que resulta divertida.

El perro quiere jugar, e insiste, lo que ocurre es que no acierta a saber si quién tiene en frente se da por aludido o no. Pero, no pasa nada, nadie le engaña. Él sólo quiere jugar y parece que no le escuchan.

Peor son los humanos, éstos sí que se dejan engañar porque hay algunos que se dedican a decir cosas que luego no van a cumplir. Y no te creas que escarmientan, no, los hay que siguen creyendo las palabras aunque los hechos demuestren lo contrario.

Dime una cosa, ¿no crees que son realmente tontos? Lo que ocurre es que no produce risa, sino auténtica pena.

Tú eres una perrita muy lista y seguro que sabes de qué estoy hablando, ¿verdad?

Ahora con absoluta sinceridad, ¿a qué necio crees tú que me refiero?

¡Miau!

Entradas populares