Clase, queso, quise

CUARENTA Y MUCHOS AÑOS DESPUÉS
Hay veces en que uno se da cuenta demasiado tarde que ha perdido el tiempo . Más de cuarenta años dando clase y no ser consciente que la realidad no está en un libro, en una pizarra, en un ordenador, en un programa, en unas ‘inderectrices’ de ‘inspectores’ que huyeron de la tiza. Más de cuarenta años, no perdidos, pero digamos desaprovechados. Quizá, pensándolo bien: ‘imposibles’. Pero es que para hacer ‘imposibles’, antes hay que equivocarse, digamos, ‘no acertar’ en más de cuarenta años de docencia.

Hoy sin embargo, cuando ya no ‘debes’ dar clases, sólo deseas ‘disfrutar’, hacerla viva. No vale mostrar un mapa gastronómico de ‘L'Hexagone’ (vulgo Francia). Basta que te unas a  un grupito de personas mayores que se juntan, no para aprender o recordar un idioma, sino para vivir- lo. En esos casos lo que el profesor, que no es profesor, debe de hacer, es primero mostrarles el mapa donde está el camembert, el brie , el roquefort, el comté, el gruyère, y luego poner sobre la mesa algunos de esos quesos, una bebida… y después de probarlo, empezar la ‘clase’:

- “Voilà un fromage de Normandie”,
- “¿Tu aimes le camembert?”
- “Ceci est un bleu d’Auvergne”…
- ”¿Tu aimes le roquefort?”

Réussi!

Comentarios

Francesca ha dicho que…
Yo me apunto a esas clases, es genial. Saludso
Douce ha dicho que…
Francesca, la 'matrícula' esta abierta siempre, con la ventaja de que no hay que pagar ni un sólo euro.

Lo único que aún no ha inventado la ciencia informática es poder saborear un 'camembert' o un 'roquefort' 'virtualemente, bebida incluída.

Estamos en ello.

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