¿Dónde están las llaves?
EL HUMANO IMPACIENTE
Impaciente. Nada divino, más bien demasiado humano. No soporta esperar cuando la urgencia le acucia… Esperar que aquel funcionario sellara aquellos libros y aquellos ‘deuvedés’ hurgaban en sus tripas… ¿Por qué tan despacio? Como se nota que no tiene otra cosa que hacer que estar ahí sentado, esperando a que alguien pase por su mostrador. ¡Y ahora esta otra! ¿Porque vaya en una silla de ruedas? Llevo CINCO minutos esperando. ¡¡Necesito llamar por teléfono!! ¡¡¡Es urgente!!! Tengo que llamar a un taxista, he perdido las llaves de mi coche. Debo de ir a casa a coger mis llaves de repuesto, a la espera que aparezcan otras… Tienen que estar por ahí, en cualquier lado. Pero ahora no PUEDO esperar, me están esperando… (Y otra… ¿cuándo llamará al taxi?) Estaba ya a punto de salir e ir él a buscarlo… ¿Me voy? ¿Espero?...- “¿Son estas sus llaves?”, sonó una voz con la sonrisa en los ojos
….
- ¡¡Síii!! ¿Dónde estaban?
- Sobre la mesa donde preguntó por aquel libro.
- Gracias, gracias. Estaba esperando para llamar a un taxi, mientras aparecían…
(No por mucho impacientar, aparecen antes las llaves)
Comentarios
¡Menudo nivelazo tiene el despistado impaciente!
Aquí, a la menor, el isleño deja caer por ahí una imagen como el que no quiere la cosa, para darse un poco de postín.El muy cuco no quiso mostrar las verdaderas llaves, so prestesto que no tenía a mano la cámara.
En este mundo de 'fantasmas' el que más chufla, capador.
Como becaria seria y reponsable creo que este fantasma debe haber visto los Ferrari en la tele. Y eso por lo del caballito...Yo con mis cuatro patas me apaño y voy con la cara bien alta (menos cuando huelo).¡Qué mundo de 'gilicuartos' estamos creando!
:)