A propósito de un texto

RABINDRANATH TAGORE

En la pasada Feria cayó en manos del Náufrago un libro, casi por casualidad. Lo compró para completar los 20 euros que daban derecho a algunos regalos –libros también – que ofrecían la Consejería de Cultura y el propio Ayuntamiento. Este libro que le ‘tocó en la lotería del azar, le ha servido para reflexionar sobre cómo debemos aprender a saber hablar, a dirigirnos a otras personas, escuchándolas, respetando sus opiniones sin abdicar de aquello en que creemos. Se trata de no decir a todo ‘sí’, y también saber decir ‘no’, sin alzar la voz, sin tratar de aplastar a quien nos habla.

Basta que observemos cualquier tertulia radiofónica o televisiva, cualquier debate político, cualquier conversación cotidiana, para darnos cuenta que en realidad hay poquísima gente que sepa ‘conversar’, más bien parece que lo que se pretende es ‘abrumar’ y si es posible ‘aplastar’ a los demás con nuestras ‘verdades’ que no deja de ser una manera de proteger nuestros errores y carencias.

En las primeras páginas de ese libro llamó la atención del Náufrago una cita del poeta, filósofo, artista, dramaturgo, ensayista, maestro bengalí Rabindranath Tagore. Durante su juventud, en aquella España de dogmas, normas, y prohibiciones era una de las pocas voces foráneas que podían oírse sin que la ‘ortodoxia nacional sindicalista’ se tambaleara. Este reencuentro después de tanto tiempo le ha resultado grato. Para su propio consumo y para sus propias reflexiones personales quiso recoger el citado texto que expresa con la claridad del hombre que realmente ha vivido, las cosas que pasan a menudo cuando dos seres intentan comunicarse. Aquello que les une y las barreras que aún les quedan por franquear en ese afán de encontrarse. Algo que ya estaba sintetizado en aquella frase del maestro y poeta: “Déjame sólo un poco de mí mismo, para que pueda llamarte ‘mi todo’."

El texto que completa esta sensación de podernos ‘desplegarnos’ ante el otro, está recogido en estas palabras:

“Quería decirte las palabras más hondas que te tengo que decir, pero no me atrevo, no vayas tú a reírte.
Por eso me río de mí mismo y desahogo en bromas mi secreto.
Sí, me estoy burlando de mi dolor, para que no te burles tú.

Quería decirte las palabras más verdaderas que tengo que decirte, pero no me atrevo, no vayas a no creerme.
Por eso las disfrazo de mentira y te digo lo contrario de lo que te quisiera decir.
Sí, hago absurdo mi dolor, no vayas a hacerlo tú.

Quisiera decirte las palabras más ricas que guardo para ti, pero no me atrevo, porque no vas a pagarme con las mejores tuyas.
Por eso te nombro duramente y hago alarde despiadado de osadía.
Sí, te maltrato, de miedo a que no comprendas mi dolor (...)”.

  • Otras reflexiones de R. Tagore :
"El bosque sería muy triste si sólo cantaran los pájaros que mejor lo hacen."

"El que se ocupa demasiado de hacer el bien no tiene tiempo de ser bueno."

"Ese que habla tanto está completamente hueco, ya sabes que el cántaro vacío es el que más suena."

"La poesía es el eco de la melodía del universo en el corazón de los humanos."

"La verdad no está de parte de quien grite más."

"No es tarea fácil dirigir hombres; empujarlos, en cambio, es muy sencillo."

"Si cierras la puerta a todos los errores, también la verdad se quedará fuera."

"Un entendimiento todo lógica es como un cuchillo de hoja sola, que hiera la mano de su dueño."

Comentarios

pilar ha dicho que…
"¿Quien eres tú, lector que has de leer mis poemas de aquí a cien años?
No puedo enviarte una sola flor de este tesoro de la primavera, ni un solo rayo de oro de esas nubes.
Abre tus puertas y mira fuera.
De tu fardín en flor coge los fragantes reuerdos de las flores marchitas hace cien años.
Ojalá puedas sentir en la alegría de tu corazón la vívida alegría que cantó una mañana de primavera lanzando su voz satisfecha a través de cien años."
Bicos
Anónimo ha dicho que…
Me encanta Tagore, en especial su libro "Luciérnagas // Pájaros perdidos".

Un besote.
Anónimo ha dicho que…
Gracias, Gatín.

No conocía esos "Pájaros perdidos", pero gracias a tu sugerencia, los he encontrado y he podido echar una ojeada en un PDF, y me ha gustado:

"Para quien lo sabe amar, el mundo se quita su careta de infinito.
Se hace tan pequeño como una canción,
como un beso de lo eterno".
Anónimo ha dicho que…
Todo el libro es precioso...

Sabes hace unas semanas me apunté a aprender a nadar, ya sé salir por el lado "inverso" y sobretodo me relaja mucho, todas las penas y los nervios se quedan en el agua.

Un besote, náufrago.
Anónimo ha dicho que…
Hola, Gatín

He guardado el archivo con los poemas y lo releeré poquito a poco.

Lo de dejar penas, sinsabores y nervios diluídos en el agua es una buena técnica, uno se siente más ligero y sobre todo más relajado.Lo hago todas las mañanas y me sienta muy bien.

Está muy bien eso de aprender a nadar y guardar los nervios a buen recaudo,

Un beso, Gatín

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