Gorriones

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Una mañana de mayo... Un horizonte azul. El mar, las montañas
El 'green' de un campo de golf.
Sobre el velador, dos vasos.
En un cuenco, diminutos trozos de patatas fritas.
Posado en el respaldo de una silla un gorrión saluda a la mañana.
Una mano coge del cuenco un trocito de patata y lo lanza al suelo.
Nervioso, precavido, el gorrión se acerca poco a poco...
Observa, recela y con un gesto rápido rapta con su pico el trocito de patata que aguarda en el suelo
La mano sigue arrojando más trocitos ...
Ya son dos, tres... cinco los gorriones que han acudido a repartirse el botín...
Bajan en vuelo rasante y de nuevo remontan hacia el respaldo de una silla, la rama de un árbol o la barandilla
Cuatro ojos observan curiosos la escena, entre cercanos y divertidos.

Una mañana de mayo... Un horizonte azul, el mar, las montañas.

Comentarios

El burro Romero ha dicho que…
Querido Náufrago;
Es curioso observar que allá donde uno vaya, para conocer el nivel de civismo de sus habitantes hay que observar el comportamiento de las aves. Los gorriones conocen perfectamente nuestro lenguaje corporal y nuestro comportamiento social a la perfección y son capaces de anticipar perfectamente el momento adecuado para coger su bocado. Conocen nuestros hábitos y lugares, de modo que se acercan a las terrazas a la hora de la sobremesa y no antes, anticipan también ese mendrugo de pan que les lanzamos para entretenernos con sus disputas para hacerse con él. Sin embargo, más raro es que se acerquen otras aves más esquivas, que habitan en nuestro entorno y que, sin embargo, no dependen de nuestros hábitos para su sustento; es el caso de los mirlos,esquivos en muchas zonas y tan confiados en algunos lugares, dependiendo del trato que reciban de los humanos con los que cohabitan. O de los jilgueros, verderones y verdecillos recelosos en los lugares en los que aún los cazan con red.

Un abrazo

PS: Oye, por cierto, en el establo hemos publicado el video de la Reina en burro.
Anónimo ha dicho que…
"perfectamente" redundante
Douce ha dicho que…
Querido Romero,

Me cuenta mi papá que en los viejos libros en los que él estudiaba, a veces podía verse la imagen de un niño con orejas de burro. Eso quería significar que aquel niño no 'sabía' las cosas que le enseñaban en la escuela. Quizá fuera un niño que se negara a decir 'amén' a todo lo que el maestro le enseñara.

Lo que yo quería decir, al evocar esta 'anécdota' gráfica, es que yo cambiaría el significado del 'diploma asnal' de las orejas y se lo pondría a aquellos niños que supieran mucho y de verdad sobre la vida, vida.

Eso es lo que has hecho tú, sabio burrito, contándome el comportamiento de los gorriones, los mirlos y el significado de sus relaciones con los hombres más o menos civilizados. Para mi papá ha sido una lección muy interesante.

También quiere agradecerte a ti y a Iván que le hayáis invitado a ver el vídeo de la reina Sofía subiendo a la Acrópolis de Lindos en burro. Me dice que le ha servido para darle un repasito a la cultura y a la geografía griegas, que tenía un poco olvidadas.

De paso dile a Iván que las redundancias pueden ser 'perfectamente' explicables. Yo, y eso que soy perrita que procura escribir lo mejor que puede, asesina la sintaxis, cambia 'ahí', por 'hay' y más cosas... “¡Ay, quién supiera escribir, señor Rector!” que diría Campo_amor :-)
JP ha dicho que…
Con un invierno cálido como el que hemos tenido, los gorriones en mi pueblo, en el arco sur de la bahía, son muy abundantes, prácticamente una plaga a la que te llegas a acostumbrar como a los tañidos de las campanas de la iglesia.

Saludos,
JP

Historias de JP
Campu ha dicho que…
¿Y qué me decís de las gaviotas?...una vez estaba en una terraza del puerto de Malpica, un pueblecito marinero de a Costa da Morte, y una de ellas llegó de algún rincón del cielo y se llevó mi bolsa de patatas sin pedir permiso siquiera...

Otra vez, en mi residencia de estudiantes en Vigo, observé a otra volando con un yogur en el pico, por lo que deduje que alguna compañera mía que tenía su merienda al fresco se quedó sin merienda ese día...

No hay duda de que también nos conocen muy bien estos animalitos...
:)

Por cierto, me acabo de dar cuenta de que hay luna llena frente a mi ventana...

Si queréis conocer la vista que tengo...la fotografía es de hace tiempo pero mi localización es la misma...

Mi homenaje a esa luna...
JP ha dicho que…
Recuerdo también cudillero, desde la ventana del hotel veía los polluelo de gaviota y eran precisos.

Saludos,
JP

Historias de JP
Anónimo ha dicho que…
Con las gaviotas el Náufrago tiene algún contencioso. No por lo que le hayan sustraido, sino por lo que han dejado caer sobre su jersey.

Aguien le dijo, quizá para consolarle, que esa 'lluvia' multicolor era señal de buena suerte.

(Ahora va a mirar si le ha tocado el supercupón)

¡Buena vista!, Campurriana
Campu ha dicho que…
Tengo otra anécdota de gaviotas y ésta mucho más dulce...

Un año estuve viviendo en una casita sobre la azotea de un edificio de la ciudad y compartí con una pareja de gaviotas ese tiempo...incluso les dejaba comida y me permitían acercarme a sus crías...realmente curioso y muy bonito...
El macho tenía manía a mi casero y era muy gracioso su comportamiento cuando le veía...levantaba sus alas en señal de aviso...él era el jefe de la casita del tejado..
:)

Vivo en un piso algo y cerca del mar...cuando levanto la persiana le doy los buenos días...
¿Qué más se puede pedir, Náufrago?...

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